Holanda sufrió para conseguir su segunda victoria del Mundial. En un duelo de volteretas, los europeos derrotaron 3-2 a Australia, que dio un partido muy digno aunque en los minutos finales perdió gas.
Aunque comenzaron mejor los australianos, fue Arjen Robben el que inauguró el marcador con una gran carrera que concluyó con un zurdazo cruzado al minuto 20.
Todavía estaba festejando Holanda cuando Tim Cahill anotó uno de los mejores goles en lo que va del Mundial. El jugador autraliano midió un centro de 30 metros y definió con una volea el empate parcial.
En el segundo lapso, Australia volvió a comenzar mejor y encontró recompensa al minuto 54, eso sí, con un penal rigorista que fue bien cobrado por Jedinak para colocar el 2-1 en el marcador.
Sin embargo, los que se quedaron festejando esta vez fueron los australianos y Robin van Persie fusiló a Ryan para empatar el partido al minuto 58′. La mala noticia para el delantero holandés es que no podrá jugar contra Chile tras haber recibido su segunda tarjeta amarilla.
El gol decisivo llegó a través de Memphis Depay con un fogonazo de larga distancia que hizo un efecto endiablado sorprendiendo a Ryan.
En la recta final del encuentro Holanda bajó el ritmo y se adueñó de las acciones. Robben y van Persie tuvieron un par de oportunidades para aumentar la ventaja mientras que Australia ya no contó con argumentos para empatar el juego, quedando eliminada de la Copa del Mundo.
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