El Mundial provoca emociones en todo el mundo, incluso en los temás más alejados del deporte. El ISIS (Estado Islámico de Irak y Siria), un grupo que se autoproclama propietario de los territorios de Irak y Siria, utilizó el futbol para provocar a Irán, específicamente a su primer ministro, Nouri al-Maliki, aliado del grupo chiíta y por ende, enemigo de ellos, pertenecientes al grupo sunní.
A través de sus redes sociales, el ISIS felicitó al argentino Lionel Messi por anotar el gol de la victoria sobre Irán en duelo de Brasil 2014, además, invitaron al astro del Barcelona a unirse a la guerra santa contra los enemigos del Islam.
Suníes y chiítas representan dos visiones diferentes del Islam, y estas diferencias han provocado muchos conflictos en los países islámicos, incluso guerras civiles e internacionales.
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