La afición surcoreana recibió con humillaciones a sus seleccionados, que llegaron este martes a Seúl después de su actuación en el Mundial Brasil 2014.
Además de gritos e insultos, algunos aficionados lanzaron caramelos a los jugadores, un gesto considerado una ofensa grave en aquel país, ya que significa “que se vayan al diablo“.
Destacó también el cartel que sostuvo un aficionado con la leyenda “El futbol surcoreano está muerto. Perdimos por ustedes”.
Los Tigres Asiáticos tuvieron un mal desempeño en el Mundial, al obtener tan sólo un punto en la Fase de Grupos en lo que fue su peor campaña desde el año 1998.
El Capitán surcoreano, Koo Ja-Cheol declaró en una conferencia de prensa que los malos resultados se debieron a la falta de experiencia de algunos de sus compañeros.
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