Tal vez te parezca difícil terminar bien una relación, pero la verdad es que, como adultos, eso debería ser una cosa normal, sobre todo cuando (en algún momento) amaste mucho a la persona de la que ahora te quieres despedir.
Sin importar qué tan mal han ido los últimos tiempos en tu relación, terminarla bien no sólo es una cuestión de educación y madurez, también te hará sentir mucho mejor y ayudará con el dolor que, invariablemente, vendrá después.
Así que, si ya estás decidida, toma en cuenta estos 5 consejos:
-Date tiempo de pensar bien la situación. Cuando estás enojada con tu pareja puedes pensar en terminar, pero una cosa es de verdad sentir que es lo mejor para ambos y otra hacerlo por un arrebato o como una “llamada de atención”. Amenazar sin cumplir puede llevarte a un callejón sin salida o a una relación en donde las promesas no se cumplen. Así que si estás decidida a terminar, no hay más que hacerlo. Pero tampoco apresures el rompimiento, date un tiempo de pensar bien las cosas y llegar a la mejor solución para ti.
-Encuentra el momento y el lugar adecuados para hacerlo. Por experiencia, y también por respeto al otro, es recomendable terminar la relación en un lugar privado, en donde ambos se sientan en confianza de hablar, expresarse y que les permita dar un buen cierre a lo que tuvieron.
-Habla desde el corazón. Piensa muy bien lo que vas a decir y elimina de tu discurso palabras hirientes, humillantes, reclamos innecesarios y todo aquello que pueda lastimar más de lo que ya están ambos. Piensa un poco en lo que alguna vez sentiste por esa persona y, en honor a ello, trata de ser lo más amable y sincera posible, verás que puedes transmitir todo lo que sientes y piensas sin herir.
-No lastimes con falsas esperanzas. Dar falsas esperanzas de que puede haber una segunda parte o que tal vez luego habrá algo cuando no lo piensas realmente así, también lastima al otro. Lo mejor es que pongas en claro tus sentimientos y tus intensiones y que no ofrezcas ilusiones ni juegues con los sentimientos de nadie.
-Prepara los siguientes días. Trata de establecer contacto con alguien (amigo o familiar) que pueda estar cerca de la otra persona y ayudarlo con algunos “cuidados” los días que sigan a la ruptura. Por otro lado, también es bueno que cuando rompas, pienses en entregar todas las pertenencias del otro o acuerden cómo hacer este tipo de “tramites”, tal vez lo mejor sea dejarlos en casa de un amigo común y así evitar verse y que el dolor o el enojo los hagan actuar de maneras que no quieren realmente.
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