Este miércoles, el general Pedro Felipe Gurrola, asignado por el gobierno federal para la seguridad de Michoacán, afirmó que no se descarta que Servando Gómez Martínez, “la Tuta”, podría haberse sometido a una cirugía estética para cambiar su rostro, además de alterar su voz.
En la historia del narcotráfico mexicano, algunos personajes de primera línea se han sometido a operaciones para modificar su físico y de esta manera evadir a las fuerzas de seguridad, aunque a algunos no les sirvió pues fueron arrestado o abatidos.
Siete casos de narcos que se sometieron a cirugía estética:
Amado Carrillo Fuentes: de acuerdo con las “leyendas” sobre el ex líder del Cártel de Juárez, murió durante una cirugía plástica. Fue el mayor capo de las drogas mexicanos y se le conoció con el sobrenombre del “Señor de los Cielos”, pues tenía bajo su control una flota de 12 aviones que utilizaba para traficar cocaína. Algunos afirman que se fingió su muerte, en 1997, y con un nuevo “rostro” vive cómodamente con los millones de dólares que le dejó el negocio del narco. El año pasado, para engrosar esta teoría, la PGR afirmó que no hay pruebas fidedignas, periciales y de ADN, para sostener oficialmente su muerte.
Vicente Carrillo Leyva: “el Ingeniero”, hijo del anterior, se sometió a un cambio físico y pasaba como un “empresario automotriz en una de las colonias con mayor poder adquisitivo de la Ciudad de México, Bosques de las Lomas. Fue detenido en 2009 mientras corría en un parque cercano a su domicilio. Las labores de inteligencia no desarmaban las identidades que el heredero del Cártel de Juárez se inventaba, pero lo atraparon porque su esposa no cambió sus apellidos, que vinculaban a su familia con los Carrillo Fuentes. A partir de esta detención, se identificó a los nuevos capos como “narcojuniors”, pues cambiaron las botas y sombrero, por ropa de marca y arreglos estéticos. Cambió mentón, cejas y nariz.
Joaquín “el Chapo” Guzmán: se afirma que el capo de capos de los últimos años también recurrió al bisturí para modificar su apariencia física. En febrero de 2014 fue detenido en una operación de las fuerzas federales, en un condominio en Mazatlán, Sinaloa. Su “cabeza” estaba tasada en 30 millones de pesos, en México, y de 7 millones de dólares, en Estados Unidos. Llevó al Cártel de Sinaloa a convertirse en la fuerza más importante del narco. Apareció por cuatro años consecutivos en la revista Forbes (2009-2012), como uno de los hombres más ricos del mundo. Modificó el contorno de sus ojos, adelgazó sus cejas, alteró su quijada, redujo su papada y afiló su rostro. Incluso cambió el color de su cabello, a pelirrojo, de acuerdo con el especialista Ricardo Ravelo.
Nacho Coronel: en 2008, Juan Veledíaz, de El Universal, realizó un perfil del extinto líder del Cártel de Sinaloa, quien murió abatido en un enfrentamiento con militares en su residencia en Zapopan, Jalisco, en 2010, en el que afirmaba que lo habían captado tras una cirugía plástica que cambió el mentón, mejillas y boca. Eso fue corroborado por una ficha del Departamento de Estado de Estados Unidos, que afirmaba se había sometido a una cirugía estética para cambiar su apariencia.
Heriberto Lazcano: el líder máximo de Los Zetas pereció en octubre 2012, tras un enfrentamiento con marinos en el municipio de Progreso, Coahuila. El Procurador estatal expresó que “el Lazca” se había sometido a una cirugía de orejas. “Estaban cosidas, muchas veces lo hacen adrede para cambiar los rostros, se hizo cirugía de orejas”. Aunque las fotos del presunto criminal no coincidían del todo con las de la PGR, las autoridades federales aseguraron que sí era el capo, información que corroboró Estados Unidos. Al final, la especulación se mantiene pues el cuerpo fue robado de la morgue donde el cuerpo había sido trasladado.
Ramón Arellano Félix: fue uno de los personajes más buscados en México y Estados Unidos. Su violencia se extendió por todo Tijuana, Baja California, y logró posicionar al cártel familiar entre los más importantes en la exportación de drogas. Murió en 2002 en medio de un enfrentamiento en Mazatlán, Sinaloa. De acuerdo con un relato de Jesús Blancornelas, ex director del semanario Zeta, escribió un perfil basado en un documento oficial: “Nunca avisó y se hizo la cirugía plástica (en Beverly Hills) en la nariz. Un poquito más recta. Casi no se le notaba, pero desde hacía rato tenía la tentación de quitarse lo achatado. Decía verse “más carita”.
Arturo Beltrán Leyva: “el Barbas” fue abatido en 2009. Dirigía el clan familiar y era uno de los narcos más sanguinarios de la pléyade de la delincuencia organizada. Fue abatido en un enfrentamiento en Cuernavaca, Morelos, por elementos de la Marina. Su cuerpo fue exhibido como un “trofeo” por el gobierno de Felipe Calderón. Aunque no está claro que se hubiera hecho cirugía alguna para cambiar su físico, según un reportaje de Nexos, la DEA detectó que Arturo Beltrán había visitado a un cirujano plástico en el Hospital Ángeles de Puebla, estado al que asistió para un bautizo.
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