Es normal que los gobernantes siempre sean criticados por un sector de los ciudadanos que no se identifican con los colores del partido o del funcionario que detenta el poder.
Desde que regresaron al poder, el PRI ha sacado las “garras” para defender a Enrique Peña Nieto, y el mismo mandatario lanza campañas en redes sociales cuando alguien increpa a la administración.
Aunque el gobierno ha intentado ser sutil al momento de contestar, no se ha escapado de mostrar molestia como en el caso de la “casa blanca” de Angélica Rivera.
Aquí, otros casos que provocaron la reacción del PRI o del gobierno de Peña Nieto:
1.- Decálogo a intelectuales: durante la campaña presidencial y luego de algunas manifestaciones en contra que incluyeron el rechazo de estudiantes en la Universidad Iberoamericana, el entonces candidato presidencial del PRI-PVEM, Enrique Peña Nieto, respondió a un desplegado de intelectuales que le pedían posiciones “centrales para el futuro de México”, luego de que su partido no saliera bien parado tras descalificar las acciones de los estudiantes.
Peña Nieto lanzó un decálogo en el que aseguró que respetaría la libertad de manifestación y de expresión; la publicidad en medios de comunicación; una política de promoción de los derechos humanos; el respeto al Estado laico; la no discriminación; división de poderes; elecciones libres; transparencia y rendición de cuentas y el federalismo y transparencia.
2.- Las preguntas de Cuarón: en 2014, tras ser reconocido con el Oscar como mejor director por Gravity, Alfonso Cuarón agradeció las felicitaciones de Peña Nieto, pero le planteó su preocupación por la reforma energética, ya aprobada, y le lanzó 10 preguntas. Ante el debate, Peña Nieto y su gobierno, incluidos dos secretarios, respondieron por redes sociales y conferencias de prensa.
Ante la reacción de la administración peñista, Alfonso Cuarón, puso una última pregunta en la palestra: ¿Por qué no debatir?, en el sentido de que las respuestas que dio el gobierno no podían limitar la discusión y evitar “la pobreza democrática durante el proceso de aprobación de las Reformas Constitucionales”.
3.- La “casa blanca”: un trabajo especial de Carmen Aristegui arrojó la existencia de una casa blanca, que posteriormente se supo era de Angélica Rivera, cuyo valor superior a los 7 millones de dólares abría la posibilidad de tráfico de influencias, pues quien vendió la residencia en Las Lomas era Grupo Higa, que días antes formaba parte del grupo de compañías que se habían adjudicado la licitación del tren de alta velocidad México-Querétaro, hoy suspendido por el recorte al gasto público.
El vocero del gobierno, Eduardo Sánchez, informó que la “casa blanca” era de la Primera Dama. Peña Nieto, en un discurso en el que se mostró molesto, dijo que era “un afán orquestado por desestabilizar y oponerse al proyecto de nación”. Entonces, “mandó la bolita” a Angélica Rivera, quien a través de redes sociales respondió a los señalamientos, también molesta, pues a pesar de no tener responsabilidad de informar sobre la propiedad, lo hacía. A esta polémica se sumó la casa de Malinalco del secretario de Hacienda, Luis Videgaray.
El caso culminó con la presentación de Virgilio Andrade, al frente de la Secretaría de la Función Pública, a quien Peña Nieto le pidió investigar estos casos, pero días después el funcionario dejó claro que el caso no entraba entre las facultades de la dependencia, pues no podía indagar contratos entre particulares.
4.- ¡Te aplaudimos!: luego de una conferencia en la que anunció medidas para transparentar a su gobierno y que culminó con “ya sé que no aplauden”, en referencia a los reporteros que estaban durante el anuncio, el PRI lanzó un spot de 30 segundos titulado “En el PRI ¡te aplaudimos!”, que enfatiza el valor de los mexicanos y destaca la unión, el apoyo y la creatividad.
5.- Construyendo un gobierno: Alejandro González Iñárritu envió un mensaje tras ganar el Oscar a la mejor película: “rezo porque podamos encontrar y construir el gobierno que merecemos”. Doce horas después, el PRI respondió con un tuit en el que afirmaba que esa administración que pedía el cineasta “ya se estaba construyendo”.