Fueron grandes capos, tenían impresionantes cercos de seguridad y fieles seguidores que se unían al narcotráfico con la esperanza de ganar mucho dinero, aunque con el riesgo de perder la vida.
Antes de ser detenidos, fueron temidos y ganaron apodos que son recordados por la sociedad gracias a los medios de comunicación, que se encargan de replicar los seudónimos que divulga el gobierno. Lujos, casas, mujeres, vehículos y armas son algunas de las cosas que el dinero les pudo comprar. Tras su aprehensión, éstos capos no dejaron de sonreír ni mostraron temor cuando fueron presentados ante la sociedad como delincuentes.
Al parecer estos narcotraficantes se sentían bien al ver una cámara ante ellos. Aquí los narcos que se mostraron felices durante su captura.
Sandra Ávila Beltrán, “la Reina del Pacífico”: En 2007, fue detenida por fuerzas federales en el Distrito Federal, por lo que se le procesó penalmente por el delito de Recursos de Procedencia Ilícita. Durante sus primeras declaraciones se dijo ser “ama de casa” y al “comercio de ropa”. Salió de prisión el pasado 7 de febrero, luego de que una Magistrada del Segundo Tribunal Unitario del Tercer circuito, ordenara su libertad inmediata.
Ramiro Pozos González, “El Molca”: Fue capturado el 11 de septiembre del 2012 en el Estado de México. De acuerdo a información de la Secretaría de Seguridad Pública, Pozos González conoció a Nazario Moreno “El Chayo” en la década de los 90, iniciando así su carrera delictiva. Se le acusó de delitos contra la salud, privación ilegal de la libertad, extorsión y homicidio. Es fundador de la organización criminal “La Resistencia”.
Óscar Oswaldo García Montoya, “El Compayito”: “Todos son culpables, ni uno es inocente; todos los que he matado yo han sido culpables”, parte de lo que dijo el también conocido por se el líder de “La Mano con Ojos”, tras su detención el 11 de agosto del 2011. “Rateros, violadores, extorsionadores, secuestradores; toda esa gente yo la he eliminado”.
Salvador Alfonso Martínez Escobedo, “La Ardilla”: Se le acusa de ser el autor del homicidio de 72 indocumentados, localizados en San Fernando, Tamaulipas. Era el presunto jefe regional de los Zetas en aquella región, así lo dio a conocer la Semar. Fue detenido en octubre de 2012.
Édgar Valdez Villareal, “La Barbie”: Fue detenido por fuerzas federales el 30 de agosto del 2010. En 2001 fue reclutado por Arturo Beltrán Leyva, “El Jefe de Jefes”, y fue fiel a él hasta su fallecimiento en 2009. Fue así como se alió con Ismael Zambada García, “Mayo Zambada”, de acuerdo a un informe elaborado por el almirante José Luis Figueroa Cuevas.
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