A pesar de que la administración de los baños que están en los mercados públicos de la Ciudad de México arroja ganancias –a las delegaciones–, el destino final de esos recursos es una incógnita.
Esto, debido a que las jefaturas delegacionales tienen una figura denominada “autogenerados”, a través de la cual captan el dinero adicional a su presupuesto anual, vía la renta de espacios y baños públicos, pero este recurso se manejan en completa opacidad y, en algunos casos, representan conflictos políticos y legales entre autoridades y comerciantes de los centros de abasto popular.
En sus orígenes, las autoridades les dieron la administración de los baños a los líderes de mercados para el mantenimiento de los inmuebles, pero con el tiempo se viciaron y dejaron los mercados en el abandono.
La llegada del Partido de la Revolución Democrática (PRD) a las demarcaciones cambió el modelo. Decidieron recuperarlos. Autoridades y locatarios pelearon legalmente la posesión de los baños públicos, pero en la mayoría de los casos ganó el delegado en turno.
Por ello, desde hace casi una década, los baños, la renta de albercas y espacios deportivos se han vuelto una caja chica de los jefes delegacionales, ya que manejan dichos recursos en completa opacidad.
EL DEDO EN LA LLAGA
El conflicto político entre el jefe delegacional saliente en Cuauhtémoc, Alejandro Fernández, y el nuevo, Ricardo Monreal, reactivó el tema de los autogenerados.
Y es que la gestión del PRD antes de su salida abrió la posibilidad de regresar la posesión de los baños a los comerciantes de los mercados, con el fin de evitar que Monreal Ávila también tuviera una “caja chica”.
El ahora delegado intentó detener la maniobra perredista, y anunció un programa para regularizar los autogenerados, pero hasta el cierre de esta edición se encontraba programada la “supuesta recuperación forzada de baños” por parte de líderes de mercados.
Personal de la delegación dijo que en un día, un baño recauda entre cuatro y cinco mil pesos. Al año habría más de 50 millones de pesos provenientes de los 39 mercados de la Cuauhtémoc.
Otro de los centros de abasto que deja en duda la recaudación real es el de la colonia Escandón, en la Miguel Hidalgo, que genera 100 mil pesos mensualmente.
Xóchitl Gálvez, jefa delegacional de esa demarcación, aseguró que el dinero que se percibe de los mercados públicos es austero debido a que los líderes comerciantes tienen el control de los baños; buscará meterlos en cintura.
Y AÚN ASÍ ESTÁN EN EL ABANDONO