A medida de que más parejas del mismo sexo en los Estados Unidos deciden tener hijos, las madres de alquiler se está convirtiendo en una opción para algunas de ellas, que buscan al sur de la frontera su fuente de alegría. Sin embargo, entre las leyes complejas y la falta de profesionalidad de algunos organismos, la experiencia puede convertirse en una pesadilla tanto para la madre sustituta como para los futuros padres.
Una razón clave por la que los padres estadounidenses usarían una sustituta mexicana es el precio. El costo promedio de una subrogación en los Estados Unidos es de aproximadamente 170 mil dólares, mientras que en México puede costar 64 mil dólares, aunque en realidad el precio es significativamente más bajo que este. “La madre sustituta en México recibe 14 mil dólares, además del pago de los gastos de manutención por alrededor de un año y medio. Eso incluye el cuidado de sus propios hijos”, dice Lilly Frost, directora del Programa de Subrogación Beyond Borders (SBB), agencia que opera en México desde California.
Está claro porqué las mujeres mexicanas alquilarían su vientre: el dinero es bueno y sus hijos son atendidos. Pero las condiciones son estrictas. Ellas tienen que ser mayores de 21, menores de 36 y deben haber tenido hijos en el pasado, pero no más de dos embarazos anteriores.
Sin embargo, las malas condiciones de vida de las madres que arriendan su vientre en México han estado llamando la atención. Según informes, la falta de atención ha llevado a algunas a ser contagiadas con el VIH a través de futuros padres infectados. “Hubo algunos errores en el pasado, incluyendo la situación del VIH, debido a una diferencia de nivel entre los Estados Unidos y México. En los Estados Unidos, una clínica nunca implantaría un embrión sin el consentimiento acompañado de un informe médico completo”, dice Frost.
Sin embargo, Adrián Rodríguez Alcocer, abogado mexicano experto en la subrogación, cree que las madres sustitutas en México son explotadas. “Es muy poco común en México que los contratistas y la mujer estén en igualitarias condiciones socioeconómicas. La mayoría de las mujeres que participan ven a la subrogación como una forma de mejorar su situación económica”, dice. En general, las mujeres mexicanas supuestamente reciben menos del 10% del total que pagan los solicitantes.
Michelle Velarde, quien solía trabajar como representante del SBB en México, dijo que las condiciones para las sustitutas han empeorado. “Dos casas se alquilan en Cancún y una casa se abrió por primera vez en Tabasco, por lo que al tener tres casas, los gastos fueron aumentando y el SBB no quería depositar. En varias ocasiones le cortaron la electricidad a las casas y las sustitutas se quedaron sin poder eléctrico”.
Gisel Islas, una madre de alquiler con SBB, le contó a Publimetro que las mujeres que viven en una casa de Tabasco no tienen comida necesaria y viven entre las cucarachas y ratones, y que ella fue retirada de la casa después de expresar sus quejas.
Las sustitutas no están solas en esta situación potencialmente difícil. Christopher Simms, un profesor universitario de 36 años de Florida, y su marido Richie, fueron algunos de los primeros clientes de SBB, pero tuvieron una experiencia lamentable con su subrogación. “Los dos grupos de personas que fueron tratados peores y menos considerados en esta situación fueron la sustituta y los futuros padres”, dice.
El mercado de la maternidad subrogada es todavía muy incipiente en México, y los expertos pidien una mayor regulación. “Deben tener en cuenta que están trabajando con seres humanos, no con bienes ni ganado”, concluye Gisel.
Entrevistas con madres de alquiler
“Me sacaron de la casa debido a mis quejas”
Gisel Islas, 27 años, 8 meses de embarazo, fue echada de una casa a cargo del SBB
¿Cómo fue que decidiste participar de este programa?
– Soy una madre soltera y nunca he recibido apoyo financiero del padre de mi hijo de 5 años de edad. Mi situación económica es difícil y decidí participar en la mejora de la calidad de vida de mi hijo.
¿Cómo ha sido tu experiencia con Subrogación Beyond Borders?
–Al principio estaba muy contenta con la compañía por lo que me ofrecieron, pero nos mudamos de Cancún a Tabasco a pesar de que el contrato decía que estaríamos todo el tiempo en Cancún. Desde que llegue a Tabasco mi experiencia cambió por completo; con demasiada frecuencia no había comida, hubo momentos en que nos quedamos hasta cuatro días sin comer. Cuando llegué a la casa en Tabasco tuve una amenaza de aborto y la empresa no me apoyo.
¿Cómo era la vida en la casa en Tabasco?
–Cuando vivía allí, me quedé con otras cinco madres y diez hijos, una situación que era muy estresante. La limpieza también era un problema, la casa estaba llena de cucarachas y habían ratones también. El aire acondicionado no funcionaba, y el clima en Tabasco es caluroso.
¿Cómo reaccionó la SBB después de tus quejas?
–Me sacaron de la casa con el argumento de que me quejaba mucho. De hecho, en este momento estoy buscando alquilar un departamento para completar mi embarazo. El contrato para que yo entregue el bebé continúa, pero la empresa ya no se ocupa de mí, me dan sólo 500 dólares para el alquiler.
“Tuve una buena experiencia”
Kenya 28 años, 10 semanas de embarazo, actualmente está en la casa de Tabasco de la SBB
¿Cómo fue que decidiste participar en la subrogación?
– Vengo del puerto de Acapulco, donde en la actualidad la situación está muy difícil. Me dedico a la elaboración de artesanías y la organización de eventos y donde yo vivía no hay muchas oportunidades de crecimiento. Tengo dos hijos, así que decidí participar en el programa de alquiler de vientres para obtener dinero más rápidamente y salir de mi ciudad.
¿Cómo fue tu experiencia en Subrogación Beyond Borders?
– Uno vive bien, porque vives en una casa, tiene aire acondicionado, internet y comida. En la casa en Tabasco se puede comer lo que quieras y obtienes tus medicamentos, vamos a las citas médicas, nuestros hijos van a la escuela, prácticamente vivimos muy bien. Eres libre de salir y entrar en la casa en cualquier momento. Me ha gustado la experiencia.
¿Qué opinas de las críticas de algunas mujeres contra Subrogación Beyond Borders?
– No es cierto que no hay suficiente comida, porque nos dan una cierta cantidad de dinero cada semana para que todo el mundo pueda comprar sus alimentos. Entonces, el tener comida depende de la forma en que cada mujer gestiona su dinero. Todos los lunes nos traen una gran cantidad de alimentos, por lo que obviamente siempre hay comida en la casa.
¿Recomendarías a otras mujeres participar en el programa de alquiler de vientre?
– Por supuesto. He recomendado este programa a varias amigas. Estoy muy contenta porque me han dado lo que me ofrecieron en un principio.