El matrimonio entre el presidente Enrique Peña Nieto y la actriz Angélica Rivera estuvo precedido por una «grave trama eclesiástica política» que logró que se consumara el enlace en noviembre de 2010, de acuerdo con una investigación de Aristegui Noticias y la revista Proceso.
En el texto, publicado por ambos medios, se afirma que la boda entre el entonces gobernador del Estado de México y la actriz de Televisa se efectuó gracias a que el matrimonio de Rivera con el productor José Alberto Castro fue anulado a través de irregularidades que terminaron quitándole las potestades de su ministerio sacerdotal al cura José Luis Salinas Aranda, conocido como «el sacerdote de las estrellas» por sus actividades pastorales en Televisa.
De acuerdo con la investigación que cita documentos de las autoridades eclesiásticas, las anomalías encontradas en la anulación del primer matrimonio de Angélica Rivera habrían hecho irregular su enlace con Peña Nieto ya que el matrimonio entre ambos fue considerado por el Tribunal de la Rota Romana como un «craso simulacro de justicia».
“Para poder realizar ese matrimonio (entre Peña Nieto y Rivera Hurtado) se montó una maquinación que le arrebató las potestades de su ministerio sacerdotal al presbítero José Luis Salinas Aranda, quien desempeñaba actividades pastorales en Televisa, para que fuera declarado nulo e inválido el enlace religioso entre Angélica Rivera y su anterior marido, el producto de televisión José Alberto Castro”, señala la investigación.
Además se indica que después de varios años de vivir en unión libre, Angélica Rivera y José Alberto Castro se casaron en 2004 en una ceremonia íntima en la iglesia de Nuestra Señora de Fátima, en la colonia Roma de la Ciudad de México.
La misma fue oficiada por Ramón García López y nueve días después la pareja viajó a playa Pichilingue, en Acapulco, acompañados de sus familias y amigos, donde realizaron «una ceremonia para dar gracias por el sacramento celebrado en la Ciudad de México».
Dicha ceremonia fue celebrada por el padre José Luis Salinas y fue esta segunda misa y no la del 2 de diciembre, la que Angélica Rivera usó para invalidar el matrimonio, ya que no está permitido casar a una pareja en la playa.
José Luis Salinas fue castigado por la Arquidiócesis de México por esta ceremonia, pero él siempre argumentó que lo que se ofició fue misa de acción de gracias y que el matrimonio se había realizado en la iglesia de Fátima.
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