Apenas era la segunda cita que tenía con su nuevo novio, pero Sinead Lowry, una joven madre de Preston, Inglaterra. No dudo en divertirse… hasta morir. Literal.
Todo comenzó cuando su novio, Daniel Birkett, de 26 años, organizó una fiesta para inagurar su nueva casa.
Para la celebración Lowry de 23 decidió mezclar vino, gin, vodka y cocaína. Para terminar la noche decidió tumbarse en un sofá.
A la mañana siguiente, Birkett intentó despertarla, pero constató que estaba inconsciente. Por eso la trasladó a un hospital. Lamentablemente, una hora después de entrar al centro asistencial, Lowry perdió la vida.
De acuerdo con los análisis que se le realizaron se demostró que tenía más de tres veces el límite de alcoholemia permitido en el país (0,8). Lo que le ocasionó insuficiencia en sus órganos.
Inicialmente, la policía investigó el caso como asesinato, esto debido a que se le encontraron unas heridas en la cabeza, pero un examen posterior demostró que no había sufrido lesiones físicas y no había circunstancias sospechosas.
El inspector Richard McCutcheon comentó al periódico británico “Daily Mail” que Birkett informó que Lowry llegó a eso de las cinco de la tarde a su casa y que venía acompañada de distinta botellas de alcohol.