En el 1er trim. 2016, la PEA se ubicó en 52.9 millones de personas, 59.2% de la población de 15 años y más. #INEGI https://t.co/mTUSCSt4lr
— INEGI (@INEGI_INFORMA) 13 de mayo de 2016
En el 1er trim 2016, 50.8 millones de personas se encontraban ocupadas, aumentó 973 mil personas vs el 1er trim 2015 https://t.co/mTUSCSbttT
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En México existen más seis millones personas que desistieron de buscar un empleo, porque piensan que no tienen oportunidades para ser contratados o el mercado no ofrece las plazas suficientes para lograrlo.
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) evidenció que –de acuerdo a las cifras oficiales– al cierre del primer trimestre del año se contabilizaron a 12 millones 186 mil mexicanos que enfrentan algún tipo de necesidad o rezago laboral.
De dicho número, apuntó, dos millones 140 mil individuos están desocupados y cuatro millones 36 mil se ubican en la categoría de «subocupados», término que integra a quienes requieren un segundo o tercer puesto para ganar más dinero y, de esta forma, cubrir sus necesidades básicas.
Mientras que seis millones 36 mil 176 personas más han desistido de buscar trabajo «por considerar que no tienen oportunidad para ello», aunque cuentan con el interés y la necesidad de trabajar lo antes posible.
Cifras oficiales no reflejan el problema
A través de su reporte semanal, titulado Análisis económico ejecutivo, CEESP señaló que ante tales cifras no es aventurado afirmar que las estadísticas oficiales sólo reflejan una parte de las problemática laboral que enfrenta nuestro país.
Y prueba de ello, apuntó, es que aún cuando el último informe del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) destaca que el registro de nuevas plazas mantuvo una tasa de crecimiento más alta que la economía, la brecha laboral –o necesidad de puestos de trabajo– se mantiene en niveles muy altos.
Según la cifras oficiales, apuntó, el Producto Interno Bruto (PIB) del país tuvo una expansión promedio anual de 2.1% entre 2013 y el primer trimestre de 2016, contra un avance de 3.7% en el número de puestos reportados por el IMSS en el mismo periodo; lo cual demostraría la recuperación del mercado laboral.
Sin embargo, al comprar la tasa de crecimiento de los mexicanos con seguridad social que reportan el Seguro Social y el INEGI queda en evidencia algunas diferencias que contradicen esta última tendencia:
• En su último informe, el IMSS indica que entre el primer trimestre de 2015 y el mismo de este año hubo un aumento de 617 mil registros en el número de ocupados que ejercen su derecho a la seguridad social.
• Mientras que el INEGI –a través de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo– publica que sólo hubo un incremento de 361 mil personas en dicha materia, durante el lapso de referencia.
Lo cual, de acuerdo a CEESP, evidencia que apenas 50% de los nuevos puestos de trabajo registrados ante el Seguro Social son «nuevos» en realidad.
En tanto que el resto corresponde los empleados que trabajaban para la economía informal y que se han sido incorporados a la formalidad, gracias a las facilidades y beneficios que ofrece el Régimen de Incorporación Fiscal puesto en marcha por la Secretaría de Hacienda.
¿Y qué pasa con los salarios?
Al referirse al nivel salarial que gozan los mexicanos, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado explicó que el incremento en la demanda y las necesidades de empleo ha propiciado una baja en los salarios que reciben los trabajadores de nuestro país.
Ello significa que los postulantes, sobre todo los más jóvenes, aceptan ingresos que resultan inferiores a sus requerimientos económicos personales o de su familia.
Incluso muchos no tienen otra opción que aceptar alguna ocupación informal con tal de conseguir un ingreso periódico, y por ello aceptan desde de un puesto callejeros hasta alguna actividad en empresas o instituciones que no les dan contrato ni prestaciones sociales.
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