Bob Ross se consolidó como uno de los pintores de “árboles felices” más famoso del mundo y su cabello afro fue su sello de distinción, sin embargo, su cabellera oculta un gran secreto.
Antes de saltar a la fama con su programa “El placer de pintar”, Ross fue un egresado de la Fuerza Aérea con poco dinero, por lo que decidió ahorrar lo poco que tenía en cortes de cabello y optó por hacerse un permanente.
El pintor tenía el cabello completamente lacio y odiaba su look afro, pero antes de poder cambiarlo éste se volvió su sello distintivo.
“Nunca, nunca pudo cambiar su pelo. Él estaba tan enojado por eso”, reveló su socia Annete Kowalski y quien le ayudó a aparecer en la televisión.
Su voz tranquila y sus lentos movimientos conquistaron al público, aunque según la propia Kowalski, era tan meticuloso con su trabajo, que todo su discurso lo practicaba una noche antes de cada programa.
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