La política proteccionista y antiinmigrante del ahora presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, pone en riesgo a las ciudades sanuario, consideradas aquellas que son amigables con residentes indocumentados.
Al actual mandatario, Barack Obama, apoya una política de regularización de inmigrantes, sin embargo, la adminstración Trump tiene una agenda mucho más abierta en cuanto a la deportación de «ilegales».
Ciertas ciudades en Estados Unidos tienen reputación de ser más amigables con los inmigrantes. Los inmigrantes ilegales se encuentran algunas veces en un mundo extranjero comenzando porque no hablan fluidamente el idioma. Pueden estar enterados de ciertas tradiciones, pero no de todas las costumbres.
Estados Unidos tiene un estándar de vida más alto que la mayoría de los países, así que al inicio, puede ser un “choque cultural” grande.
La transición de la nueva vida en Estados Unidos es aliviada por familiares y/o amigos, que ya se encontraban en el país.
Ellos además buscan lugares, en donde hay trabajos disponibles y la economía es más fuerte. Para lograr realizar su sueño de una mejor vida, viven en lugares en donde cuenten con oportunidades para lograrlo. Inmigrantes ilegales tienden a vivir en sitios donde vivan otros inmigrantes para sentirse en un ambiente mas hogareño. En las grandes comunidades de inmigrantes, encontrarán lugares que llevan productos y comida a sus países de origen. Además los ilegales tienen menos oportunidad de ser menospreciados pues muchos de sus residentes pasaron por la misma situación.
Muchas de las ciudades consideradas como amigables con los inmigrantes son llamadas Ciudades Santuario.
Los gobiernos locales no expresan abiertamente su bienvenida a los inmigrantes ilegales, sin embargo se dice que su trato hacia ellos es menos discriminatorio que en otras ciudades. En las ciudades santuario, tienden a dar más apoyo a los inmigrantes ilegales alrededor de la comunidad. Algunos ejemplos pueden incluir activistas inmigrantes y grupos de la iglesia. Sin embargo también existen miembros de la comunidad que desaprueban grandemente a los ilegales y lo expresan.
Ciudades estadounidenses catalogadas como santuario son: San Diego, Los Ángeles, San Francisco, Miami, Chicago, Seattle, Houston, Phoenix, Austin, Dallas, Washington D.C., Detroit, Salt Lake City, Minneapolis, Baltimore, Portland (ambas Maine y Oregon), Denver, New York City, Chicago y todo el estado de New Jersey. Algunas desaprueban entrar en esta categoría, y claman por ser más estrictos con la ley migratoria y su implementación.
Las ciudades pueden tener políticas formales e informales de santuario. La formalidad es lograda cuando la municipalidad aprueba lago por escrito. Normalmente comienza como una ordenanza, luego pasa a ser orden, resolución y por último política. Una política informal de santuario no es escrita pero es bien conocida entre los trabajadores de la ciudad o condado. Diferente a las políticas de santuario formales, no hay registros públicos de ella. La gente sabe de las políticas informales usualmente por declaraciones de algún funcionario publico o por su alrededor.
En 1996 una ley federal llamada Illegal Immigration Reform and Immigrant Responsibility Act fue aprobada y solicitaba que los trabajadores del gobierno local, trabajarán junto al “Immigration and Customs Enforcement (ICE)”. A través del país a aumentado el nivel de cooperación entre las distintas ramas y agencias del gobierno. Esto se ha visto más después de los ataques del 9/11, sin embargo el nivel de cooperación varia dependiendo de la ubicación y del financiamiento disponible. Las ciudades han limitado el presupuesto para dar servicios a sus comunidades.
Las poblaciones crecen rápidamente y cada vez sus habitantes viven más largo del centro. A veces los inmigrantes son discriminados injustamente. Algunas ciudades han tratado de aprobar legislaciones que prohíben a inmigrantes ilegales a vivir en ciertas áreas. Sin embargo, estas son declaradas inconstitucionales por los tribunales superiores.