Un pequeño niño de cuatro años, quien con sus primos se dirigía a la tienda para vender un envase de cerveza “caguama” por 1.50 pesos, para luego comprar algunos dulces, tropezó sobre una botella y murió frente a los ojos de sus acompañantes; esto en Matamoros.
Derek caminaba junto a sus primos, cuando por un descuido tropezó y cayó sobre la botella que se rompió y cuyos cristales se le incrustaron en el estómago y abdomen.
Los otros niños corrieron a dar aviso al padre de Derek, quien de inmediato lo llevó al Hospital General Alfredo Pumarejo. Lamentablemente los cristales alcanzaron a dañar órganos internos del pequeño, quien falleció por tales heridas (Con información de Excélsior)