La Cuaresma –que inicia este miércoles de ceniza– se inaugura con una serie de alzas en el precio de pescados y mariscos, que llegan a triplicarse de una ciudad a otra del país.
Ello provoca que las familias sustituyan los productos frescos del mar por latas de aún o sardina y, en casos extremos, por platillos preparados a través habas, huevo, chile poblano y vegetales.
Incluso, los comerciantes en pequeño del país esperan una baja de 15% en las ventas de pescados y mariscos durante los días de vigilia, marcados por la Cuaresma este año.
La Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño (Canacope) de la Ciudad de México y la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec) reportaron que en los productos tradicionales como la mojarra y el camarón pacotilla se observan incrementos de hasta 100%.
Aunque la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) indicó que entre las ciudades del Norte, Centro y Sur del país existen precios que casi se triplican como el filete de huachinago, cuyo costo sube de 199 a 579 pesos por kilo.
Precios de la Cuaresma
La Profeco reportó que los pescados y mariscos muestran precios diferentes, de acuerdo a la ciudad donde se compran y los costos de producción, transportación y distribución.
A través de su herramienta virtual ¿Quién es quién en los precios?, indicó que los productos con mayores alzas en su cotización son:
- Huachinango en filete. En Cancún se vende en un máximo de 199 pesos, contra 579 pesos en la Ciudad de México. Diferencia: 190.95%, que casi triplica su valor final.
- Bagre. En Puebla y la Ciudad de México reporta un valor de 36 pesos por kilogramo, en tanto que en Guadalajara se oferta en 75 pesos. Diferencia: 108.33%
- Blanco del Nilo. En Guadalajara alcanza 100 pesos por kilo; en la Ciudad de México 198 pesos. Diferencia: 98%.
- Mojarra. En Puebla y la Ciudad de México alcanza un mínimo de 45 pesos, pero en Monterrey sube hasta 79.90 pesos el kilo. Diferencia: 77.55%.
- Cazón en filete. En Monterrey se comercializa en mínimo de 89.9 pesos, contra 149.90 el kilogramo en la Ciudad de México. Diferencia: 66.74%.
- Langosta. Este producto es considerado como el más costoso entre los mariscos, con un precio estándar en la mayor parte del país de mil 99.90 pesos por kilo.
- El jurel es uno de los pescados más baratos, con un precio mínimo de 28 pesos por kilo y un máximo de 39.90 pesos, seguido de la lisa y el sierra, con un máximo de 40.75 y 89.90 pesos el kilogramo, respectivamente.
Gasto mínimo en cuaresma: 150 pesos por día
Ada Irma Cruz Davalillo, presidenta de la Canacope de la Ciudad de México, explicó que una familia de cuatro integrantes gastará un mínimo de 150 pesos en algún tipo de pescado, durante los días de vigila marcados por el periodo de la Cuaresma.
Esto se traduce en un desembolso de 900 pesos durante el miércoles de ceniza –celebrado este 1 de marzo– y los cinco viernes de vigilia previos al inicio de la Semana Santa, días en que no se debe comer carne roja, de acuerdo a la tradición de la religión católica.
Sin embargo, apuntó la dirigente del comercio en pequeño de la capital, habrá familias que destinen el doble o hasta el triple de dinero, de acuerdo a su economía y al número de sus integrantes.
En entrevista con Publimetro, Cruz Davalillo explicó que frente al aumento de precios en los llamados frutos del mar es necesario que los hogares recurran a los mercados públicos y centro como las centrales de abasto de cada ciudad.
Dichos establecimiento, apuntó, ofrecen precios hasta 50%más baratos respecto a los establecimientos cerrados y tiendas de autoservicio.
«Por ejemplo: la mojarra reporta un promedio de 54 a 64 pesos por kilo en los mercados, mientras que en las tiendas llega a 129 y 199 pesos, con una diferencia superior a 100%», dijo.
«Durante la Cuaresma, 70% de los mexicanos acostumbra comer pescados y mariscos; siendo la mojarra, atún, camarón y sierra los preferidos con una tasa compra de 26.6%, 15.9%, 13.4% y 87.1%». Canacope.
Gasolina, dolar y Trump encarecen la Cuaresma
En este contexto, Cuauhtémoc Rivera Rodríguez, presidente de la Anpec explicó que los aumentos de 100 y hasta 200% que registran los pescados y mariscos es resultado de dos factores:
- El primero: hay incrementos por la fuerte demanda de dichos productos, que se traducen en costos que se duplican entre un pequeño comercio y una tienda de autoservicio.
- Segundo: el aumento de la gasolina, la electricidad y el dólar, que provocan una serie de alzas en el costo del flete, distribución, sistemas de congelamiento y abasto de los productos, que al final termina en un mayor gasto para las familias.
«Con un poco de sarcasmo, podemos decir que las familias mexicanas están en un ayuno económico frente a las alzas de precio, cuyo impacto se agudiza ante el bajo crecimiento del país, los bajos salarios y las pocas oportunidades desempleo», concluyó.
