Durante la campaña, la organización de Trump continuó presentando docenas de nuevas marcas registradas en China, Canadá, México, la Unión Europea e Indonesia, y una de sus empresas solicitó la protección de marcas registradas en Filipinas más de un mes después de la elección, según mostró una revisión de registros extranjeros realizada por The New York Times.
Sus marcas registradas en los últimos años han cubierto todo tipo de productos potenciales, incluidos jabón y perfume en India, servicios de ingeniería en Brunei y vodka en Israel. Incluso a mediados de febrero, el gobierno en China, donde sus empresas han solicitado al menos 126 marcas registradas desde 2005, anunció que concedía a Trump los derechos para proteger su marca para proyectos de construcción, ratificando una decisión tomada en noviembre.
El contraste con su antiglobalismo intransigente desde que asumió la presidencia es total. Durante sus primeras semanas como presidente, Trump denunció a China y México por prácticas comerciales injustas y se burló de la Unión Europea como “básicamente un vehículo para Alemania”. Puso fin al involucramiento estadounidense en la Asociación del Tratado Transpacífico (TPP, por su sigla en inglés), un extenso pacto comercial con naciones asiáticas, y dijo que renegociaría el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
“Trump parece ser el hombre de negocio arquetípico con instintos mercantilistas”, señaló en un correo electrónico Dani Rodrik, profesor de la Escuela de Gobierno John F. Kennedy en Harvard. “Abran su mercado para que yo haga negocios en él, pero ustedes pueden tener acceso al mío sólo en mis términos”, parece decir.
Las marcas registradas son el resultado natural de una estrategia que se extiende a todo el mundo. Como cualquier hombre de negocios, Trump ha buscado desde hace tiempo proteger legalmente su marca y sus productos con marcas registradas, ya sea registrando un juego de mesa que alguna vez trató de vender, así como el lema “hacer a Estados Unidos grande de nuevo” o simplemente el nombre “Trump”.
Pero el rastro de marcas registradas ofrece más indicios de sus lazos de negocios internacionales, lo cual deja al presidente vulnerable para potenciales conflictos de interés, o al menos desafíos de percepción. El anuncio del gobierno chino sobre la marca registrada a mediados de febrero tuvo lugar solo unos días después de que Trump se retractara de desafiar la política de China sobre Taiwán en una llamada al presidente chino, Xi Jinping.
La revisión que hizo el Times de nueve bases de datos identificó casi 400 marcas registradas extranjeras solicitadas a nombre de empresas de Trump desde el año 2000 en 28 países, entre ellos Nueva Zelanda, Egipto y Rusia, así como la UE. Muy probablemente hay muchas más marcas registradas, porque no existe un depósito central de todas las marcas registradas de todos los países. La Organización Trump ha estado presentando marcas registradas durante décadas, y ha dicho que ha sacado marcas registradas en más de 80 países.
“En los últimos 20 años, la Organización Trump ha solicitado marcas registradas en numerosos lugares”, señaló la empresa en una declaración. “Aunque la compañía no estará haciendo ningún nuevo acuerdo internacional, seguirá adoptando medidas para proteger sus diversas marcas”.
La organización no abordó las preguntas específicas planteadas sobre los acuerdos que surgieron de las marcas registradas.
Algunas de las marcas registradas insinuaron incursiones extranjeras previamente desconocidas. Mientras Trump criticaba a Hillary Clinton durante la campaña presidencial por sus conexiones con Brunei, él exploraba oportunidades en el país, tomando una marca registrada que cubre varias categorías usadas para proyectos inmobiliarios, según mostró la revisión.
La Organización Trump también tiene diseños internacionales para su nueva marca hotelera Scion. La organización sacó marcas registradas el año pasado para Scion en Indonesia, la UE, China y Canadá, aunque un ejecutivo dijo recientemente que la ampliación dentro de Estados Unidos sería el enfoque mientras Trump ocupa el cargo.
En ocasiones, las marcas registradas de Trump son marcadores de empresas que nunca se materializaron o proyectos de construcción en marcha donde está ofreciendo licencias sobre su nombre. Otras veces parecen ser parte de una estrategia defensiva para repeler violaciones de marca registrada.
Algunas marcas registradas refuerzan que, para Trump, el “arte de la negociación” a menudo ha resultado elusivo en el exterior. Su historial está repleto de numerosos proyectos fracasados o estancados, incluidos acuerdos inmobiliarios en Cozumel y Baja California, México; en Rusia y en Brasil.
Varias de sus marcas registradas son curiosidades. Sacó una marca registrada en la UE para Numquam Concedere, es decir, nunca darse por vencido en latín, que es parte del blasón en uno de sus campos de golf escoceses. Sus marcas registradas israelíes destacan que su fallido vodka Trump fue revivido en Israel, donde la marca fue autorizada a otra empresa y hecha con papas y no granos, ayudando a su popularidad entre los judíos observantes durante la Pascua Judía.
Y aunque se sabe que Trump se involucró en el proyecto de un rascacielos en India, también tiene una marca registrada ahí en una categoría que cubre detergente en polvo, perfume y jabones. No está claro si se imaginaba como un rey de los jabones indios o simplemente estaba apartando la marca para productos en sus desarrollos.
Qué sucederá con todas las empresas extranjeras sigue siendo poco claro. Trump ha dicho que está entregando el control de sus negocios a sus dos hijos mayores, aunque sigue estrechamente vinculado con su imperio.
Las implicaciones extranjeras llevaron a un grupo de ex abogados en ética y expertos constitucionales de la Casa Blanca a presentar una demanda, denunciando que Trump está violando la Constitución al permitir que sus negocios reciban pagos de gobiernos extranjeros. Los abogados del presidente han refutado los méritos de la demanda.
Las preocupaciones en torno a los beneficios que fluyan de los gobiernos extranjeros a la Organización Trump generalmente se han enfocado en los pagos y grandes préstamos concedidos por el Banco de China. Pero las marcas registradas también pudieran plantear problemas.
“No estamos hablando de una situación aislada donde algún funcionario del gobierno haya obtenido una antigua protección para un libro que escribió en un país lejano hace algún tiempo”, dijo Norman L. Eisen, abogado de ética del gobierno del presidente Barack Obama que es parte del grupo que presentó la demanda.
“Estamos hablando de un candidato que estaba buscando agresivamente grandes cantidades de estas protecciones de propiedad intelectual de gobiernos extranjeros durante la campaña, y quien a través de las empresas que seguirá poseyendo no solo buscará mantenerlas sino ampliarlas, presumiblemente”, dijo Eisen.
Los hijos de Trump han dicho que se abstendrán de nuevos acuerdos extranjeros y desecharán algunos proyectos existentes en el exterior, incluido un estancado acuerdo para un desarrollo en la República de Georgia que provocó renovado interés después de la elección.
Pero ya hay algunos signos de un continuo crecimiento en el extranjero. La organización Trump adoptó medidas recientemente para construir un nuevo campo de golf de 18 hoyos en Escocia como parte de una expansión de uno de sus dos centros turísticos existentes en el país.
Spring Chang, fundadora de Chang, Tsi & Partners, un despacho legal basado en Pekín que ha representado a la Organización Trump, dijo que no quería hacer comentarios sobre marcas registradas específicas de Trump. Pero señaló que alentaba entre sus clientes una “estrategia defensiva” para evitar que el nombre de una celebridad fuera tratada como un término genérico.
Aunque la Organización Trump ha combatido por años las violaciones de su nombre en el país, también ha buscado un gran número de acuerdos para desarrollos hoteleros en China, aunque uno de sus ejecutivos sugirió recientemente que la organización abandonaría esos proyectos.
Pero su estrategia en el país ciertamente no ha sido totalmente defensiva. “Hice mucho dinero en China”, se jactó una vez durante la campaña, y añadió: “Trato con Europa, trato con Asia, trato con China todo el tiempo”.
- 400 marcas registradas de Donald Trump se encuentran en 28 países, de acuerdo con una base de datos efectuada por The New York Times
“Estamos hablando de un candidato que estaba buscando agresivamente grandes cantidades de estas protecciones de propiedad intelectual de gobiernos extranjeros durante la campaña”. Norman L. Eisen, abogado de ética del gobierno del presidente Barack Obama.
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