Hace dos años la vivienda nueva en la Ciudad de México costaba en promedio dos millones de pesos, ahora está en tres millones y medio, advirtió el socio director de la consultora en proyectos inmobiliarios Softec, Gene Towle. Esto significa un aumento de 75%.
Esto se debió, dijo este martes Towle en un foro sobre la Ciudad de México, organizado por la Asamblea Legislativa, a las restricciones del suelo urbano, lo que provocó que las inmobiliarias produjeran únicamente vivienda cara.
En contraste, abundó, en Monterrey el costo promedio es de 650 mil pesos, debido a que la ciudad norteña no ha tenido restricciones en el uso del suelo, como en la capital del país con el retiro de la norma 26.
De acuerdo con datos de Softec, los proyectos de vivienda activos que abundan en la Ciudad de México oscilan entre los 600 mil y los tres millones de pesos y se concentran en la zona central de la capital, mientras que los de menos de 600 mil pesos son escasos y se dan en Zumpango, Tecámac, Huehuetoca.
Éxodo capitalino
De acuerdo con el secretario de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi), Felipe Gutiérrez, el encarecimiento de la vivienda y la poca oferta de ésta en la Ciudad causó un éxodo de 400 mil capitalinos a otras entidades, principalmente el Estado de México, en busca de una casa barata.
Este casi medio millón de capitalino se fue a la periferia más remota, ya no a los municipios colindantes como Naucalpan o Tlalnepantla, sino a Huehuetoca, Zumpango o Tizayuca, donde los viajes diarios pueden demandar más de dos horas.
“Se van a la periferia, cada vez más remota, buscando el suelo barato, una vivienda barata (…) Tres cuartas partes de esa población que sale de la Ciudad se va a los municipios del Estado de México, pero también algunos a Puebla, Querétaro y Veracruz”, dijo Gutiérrez.
Esto ha provocado, en cierta medida, que un millón 415 mil 381 personas vengan diariamente de otras entidades, principalmente del Estado de México, a trabajar a la Ciudad en zonas como Santa Fe, Reforma o Insurgentes; es decir, son emigraron, pero mantienen su vida laboral en la capital.
Por ello, mencionó el titular de Seduvi, se pueden aprovechar viejas zonas industriales como en Granadas, Atlampa o Industrial-Vallejo, para crear nueva oferta de vivienda y repoblar esos polígonos que además cuentan ya con infraestructura.
Creció más estacionamiento
Del 2009 a 2013 se desarrollaron 251 proyectos que implicaron 16 millones 890 mil metros cuadrados de construcción, de los cuales, el 42% fueron espacios para estacionamiento, por encima de la vivienda, que fue 32% o de oficinas, con 15%.
Así lo reveló un estudio del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP, por sus siglas en inglés) del cual se desprendió la necesidad de renovar la política de estacionamiento en la Ciudad para reducir cajones y en consecuencia desincentivar el uso del automóvil.
Para el titular de Seduvi, un efecto que la gente viva en el Estado de México y trabaje en la Ciudad se es el crecimiento del parque vehicular -que actualmente es de 5.5 millones de autos- a razón de 250 mil vehículos por año, sin que aumente la superficie de rodamiento, lo que genera congestión vehicular.
Entre más oferta de cajones de estacionamiento haya, mayores serán los viajes en auto que se hagan, por lo que la Seduvi alista una reforma al Reglamento de Construcción de la Ciudad para que en lugar de que se exija un mínimo de cajones, se ponga un máximo y quien quiera poner más pague por ello.
“Estamos en la fase final (…) con la idea de que se pueda promulgar (este mes). Que se entienda cuál va a ser el futuro en cuanto a la aplicación de la demanda de estacionamiento y tratar de que esto contribuya a una movilidad diferente”, dijo Felipe Gutiérrez a Publimetro.
La Torre Bancomer, por ejemplo, tiene 50 pisos, está a 270 metros de la estación Chapultepec de la Línea 1 del Metro y posee tres mil cajones de estacionamiento; el rascacielos The Shard, en Londres, tiene 87 pisos, está junto a una estación del Metro y cuenta con 47 cajones.
DATOS
2, 599, 081
Viviendas particulares en 2015 en la CDMX
90.6%
Cuenta con agua entubada dentro de la vivienda
99.8%
Tiene servicio de energía eléctrica
94.%
Disponen de drenaje conectado a la red pública
Fuente: INEGI