Con decenas de rascacielos, corporativos y hoteles, Santa Fe es hoy una zona que luce imponente en el ‘skyline’ de la Ciudad de México, escondiendo en sus entrañas desde minas y basureros a grandes males del país como la corrupción, la inseguridad o la falta de planificación urbana.
Desde un punto alto, este barrio de negocios y residencial revela el potencial académico e inversor de México, con modernos centros comerciales, universidades de primer nivel y la presencia de grandes compañías como el español Banco Santander o Televisa.
Pero también exhibe sus problemas. Edificios construidos en peligrosas barrancas, explotación inmobiliaria, un sinfín de vehículos y unos humildes barrios aledaños.