En México, 56% de los municipios, en donde viven 27 millones de personas, tienen un alto riesgo de sufrir un desastre por fenómenos climatológicos.
Los estados que se ven más afectadas por daños climáticos son Chiapas y Guerrero, los cuales tienen números elevados de personas viviendo en pobreza, lo que arroja que la desigualdad en nuestro país posiblemente influye en la vulnerabilidad ante el riesgo.
En México, mil 385 municipios (de un total de 2 mil 456), en los que viven 27 millones de personas, tienen una alta vulnerabilidad y un alto riesgo de sufrir un desastre vinculado a eventos climáticos.
Por esto, Oxfam México participará en la Plataforma Global para la Reducción del Riesgo de Destastres (PGRRD) 2017, que se llevará a cabo del 22 al 26 de mayo en Cancún, Quintana Roo, con el objetivo de identificar la relación que existe entre las condiciones de desigualdad y las afectaciones por desastres naturales.
El programa revisará la implementación del Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres, el cual tiene la tarea de reducir las muertes derivadas de un fenómeno meteorológico, pérdidas de bienes económicos, así como afectaciones físicas, sociales, culturales y ambientales. Además, Oxfam México trabaja para implementar sistemas de alerta para prevenir a las comunidades indígenas sobre algún desastre.
“No es casualidad que los desastres afecten siempre a las mismas personas. Quienes tienen ingresos muy bajos y sufren de exclusión o discriminación por razones de género, etnicidad, color de piel, capacidad física o edad también suelen tener acceso limitado a recursos, influencia, información y toma de decisiones para enfrentar el riesgo de desastre”, indicó Alejandra d’Hyver, coordinadora del programa de Acción Humanitaria de Oxfam México.
Por ejemplo, el estado de Chiapas, que tiene un Índice de Desarrollo Humano (IDH) de .6674 y el 76.2% de su población viviendo en situación de pobreza en 2014, tuvo pérdidas ocasionadas por desastres equivalentes a 2 mil 11 millones de pesos, de acuerdo con el Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED)6.
Por otro lado, la Ciudad de México, con un IDH de .8304 y con un 28.4% de su población viviendo en situación de pobreza, reportó pérdidas por 71.3 millones de pesos en el mismo año.
“Llamamos al gobierno mexicano a trabajar en conjunto con las personas que están en mayor riesgo, para definir e implementar estrategias y planes de acción de reducción de riesgo con un enfoque de derechos que enfrente las desigualdades estructurales”, exhortó d’Hyver.
¿Qué hacer para reducir pérdidas humanas y económicas?
Oxfam México considera que para lograrlo es necesario:
-Que las políticas y programas consideren a las desigualdades, incluyendo las de género, entre las causas directamente relacionadas con el riesgo de desastre.
-Asegurar la participación de comunidades en el diseño de políticas públicas y estrategias de reducción del riesgo de desastres desde un enfoque de derechos y respeto a los usos y costumbres de cada comunidad.
-Incrementar la inversión destinada a la prevención de desastres, específicamente el presupuesto del Fondo para la Prevención de Desastres (FOPREDEN).
-Asegurar un uso transparente y la rendición de cuentas de los recursos destinados a la prevención. Las organizaciones de la sociedad civil deben ser parte del seguimiento, monitoreo y evaluación de la implementación de dichos recursos.