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Matrimonio infantil en México continúa como una ‘tradición’

En algunas entidades se continúa viendo al matrimonio como una forma de obtener recursos económicos extras

En México, una de cada cinco mujeres contrae una unión conyugal antes de cumplir los 18 años de edad, de acuerdo con las cifras de la iniciativa Girls not Brides de la organización no gubernamental Save the Children.

El informe también señala que actualmente hay 6.8 millones de mujeres entre los 15 y 54 años que se unieron conyugalmente antes de los 18 años.

De ellas, el 80% o más que están casadas o se encuentran en uniones informales, tienen como pareja una persona considerablemente mayor que ellas, lo que puede limitar su poder de decisión en diversos ámbitos de su vida

Esto a pesar de que desde 2014 se promulgó la Ley General de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, un instrumento progresivo que, por primera vez, considera a los niños como sujetos de derechos y no de protección. Además se estipula en el artículo 45 a los 18 años como edad mínima para contraer matrimonio sin otorgar dispensas, ni excepciones por usos y costumbres.

Y aunque la ley señala que todas las legislaciones  deben de armonizarse, son pocos los Códigos Civiles que se han reformado para adecuarse. Por ejemplo, en los estados de Baja California, Chihuahua, Guanajuato, Guerrero, Nuevo León, Querétaro, Sonora y Tabasco aún se permiten uniones entre menores de 18 años.

De acuerdo con la Encuesta Intercensal 2015 de Inegi, 74 mil 446 adolescentes entre 12 y 17 años se encontraban casados, de los cuales, 58 mil 112 eran niñas o mujeres adolescentes. De la misma forma, reveló que 305 mil 285 adolescentes en el mismo rango de edad vivían en unión libre o uniones de hecho.

Para Ivonne Piedras, oficial de comunicación e incidencia en México de Save The Children, tener una esposa menor de edad da el poder de controlar y esforzar toda una serie de situaciones en nuestra cultura mexicana, “machista y patriarcal”.

Por lo anterior, consideró que el matrimonio infantil implica una violación a los derechos de las niñas, niños y adolescentes que lo contraen al ser una práctica nociva que afecta una serie de ejercicios de derecho.

“Se afecta la educación, porque dejan la escuela. La salud, porque es muy probable que las niñas o mujeres se embaracen a temprana edad. También afectan a la protección, porque muchas veces estos niños están expuestos a muchas formas de violencia”, explicó.

Factor pobreza y oportunidades

Los estados donde más irregularidades de este tipo se registran son Oaxaca, Chiapas y Guerrero por sus altos índices de pobreza, población indígena en pobreza y carencias alimentarias, de servicios, entre otros.

“Al final del día resulta una práctica que para muchas familias también significa un alivio. Cuando una hija o hijo decide unirse a otra persona, es una persona menos que mantener en el hogar y también representa una práctica, en teoría, para mejorar la situaciones de familia”.

“Entonces entran en otro ciclo de pobreza en su nuevo hogar. Va a estar condicionada a ciertas cosas, en donde generalmente se convierten en madres a temprana edad,. Esto también está aparejado con las cifras de embarazos a temprana edad, que por cierto, México sigue siendo el país con los más altos índices de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) en embarazos adolescentes”, explicó la activista.

También mencionó que han identificado que las mujeres y hombres que deciden casarse lo hacen por ser una salida ante la falta de oportunidades o alternativas. Lo ven, dijo, como un proyecto de vida, antes de terminar escuela o incorporarse a la vida laboral.

“Es un signo de la crisis que tenemos en el país y la falta de oportunidad a las y los adolescentes. Es una poca visión como sociedad que tenemos hacia la infancia, es decir, es relativamente aceptable ver a un chico o chica casada o verlos con un bebé, cuando tendríamos que poner todo nuestro esfuerzo en que esto no ocurra”.

Al respecto, dijo que hacen falta políticas públicas para mejorar las condiciones de vida de los jóvenes, en particular de las niñas, pues no se ha podido erradicar al 100% este fenómeno que, además, es un compromiso a nivel internacional, pues hablaría de un mejor desarrollo sostenible.

Retroceso

La Comisión de Derechos Humanos del Estado de Aguascalientes interpuso una acción de inconstitucionalidad por el cambio que se dio en el Código Civil de la entidad para modificar la edad mínima para contraer matrimonio y dejarla en 18 años. Será en septiembre de este año cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) comience la discusión en donde deberán debatir el tema, exponiendo los argumentos por lo que consideran que contraviene la Carta Magna.

Las políticas que pueden cambiar el panorama:

Cambio en las administraciones.

Fortalecimiento de políticas de empoderamiento de niñas y adolescentes.

Políticas y programas de desarrollo económico y oportunidades de empleo.

Campañas de comunicación y sensibilización a adolescentes y padres.

En México se ha estimado que al menos 1 de cada 5 mujeres contrae una unión conyugal antes de cumplir los 18 años de edad.

Los matrimonios infantiles y tempranos o forzados (MITYF) en niñas y niños afectan tres esferas principalmente: educación, salud y protección.

Cada año, 15 millones de niñas se casan antes de cumplir 18 años de edad. En países en vías de desarrollo, una de cada tres niñas se casa antes de los 18, y una de cada nueve antes de los 15 años.

80%

de los matrimonios infantiles son de niñas con mayores de edad.

7

segundos pasan cada vez que se casa una niña menor de 15 años en el mundo.

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