En México, las pequeñas y medianas empresas (Pymes) representan más del 95% de las compañías, sin embargo, más del 90% no sobrevive ni cinco años, afirmó Lorenzo Manzanilla López de Llergo, académico de la Facultad de Contaduría y Administración (FCA) de la UNAM.
Destacó que hoy las más exitosas en el país son aquellas fundadas por jóvenes con estudios superiores, apoyados por el trabajo, el dinero y los valores familiares.
Por ejemplo, dijo, algunos universitarios expertos en informática se asocian con algún pariente que es buen administrador para iniciar un negocio de desarrollo de aplicaciones para computadora, y son apoyados por sus padres, así tienen muchas posibilidades de éxito local, nacional y hasta global.
Lorenzo Manzanilla apuntó que otro caso de Pymes de éxito son las que se dedican al turismo, pues en la actualidad es un área con muchas posibilidades y por lo regular los jóvenes saben cuáles son los destinos con mejores oportunidades.
“Esto no significa que otras empresas carezcan de posibilidades, sino que tienen mayor probabilidad de triunfar quienes cuentan con la preparación necesaria para sacarlas adelante”, aclaró.
Las Pymes, agregó, generalmente surgen por iniciativa familiar y las integran desde 10 hasta 300 empleados, así que sus problemáticas son muy diversas; algunas tienen de 50 a 100 años establecidas y gozan de prestigio internacional, pues han sobrevivido a grandes embates.
El primer desafío que enfrentan surge cuando los fundadores tienen que transferir el negocio a los herederos, ya que “ahí hay un momento de quiebre en el que fracasan y desaparecen, aunque ya estén consolidadas”, lamentó el especialista de la UNAM.
Otro reto, advirtió, se presenta cuando se funda la empresa y sus integrantes no tienen formación administrativa ni buscan asesoría, porque un negocio mal administrado es uno de los más propensos a desaparecer.
En cuanto a las franquicias, Manzanilla López expuso que adquirir una garantiza conocimiento administrativo, pero el problema es saber seleccionar bien el giro, de otro modo también se pueden tener resultados adversos.
A pesar de las ventajas, acotó, las franquicias no pueden reemplazar totalmente a las Pymes, porque existen en una actividad que se sabe es exitosa y se ha desarrollado de manera sistemática, mientras que en las segundas siempre hay nuevas ideas y proyectos.