El primer mensaje del Estado de la Unión de Donald Trump lo puso contra la espada y la pared. Por un lado, es uno de los presidentes con menores niveles de aprobación de la historia y enfrentó el primer cierre de Gobierno en tres años hace unas semanas. Por el otro, el éxito del mercado bursátil durante su primer año en la presidencia es indiscutible y la economía estadounidense «está en auge».
Ante este escenario, Ali Craig, consultora internacional y especialista en conocimiento de marca, explica en entrevista para Publimetro las claves que Trump debe seguir para mejorar su imagen pública.
¿Cuáles son las claves del discurso Estado de la Unión de Donald Trump?
1. Enfocarse en lo positivo y en sus logros
Es difícil disputar el éxito del mercado bursátil desde la elección de Trump. Han existido niveles récord desde que asumió el cargo y el mercado continúa en ascenso. Las noticias recientes de numerosas compañías que deciden invertir en la economía estadounidense gracias a la reforma tributaria de la actual administración son difíciles de refutar. En resumen, la economía está en auge, con crecimiento en casi todos los sectores. Hay miles de millones de dólares volviendo a los Estados Unidos y generando miles de empleos nuevos. Estamos viendo mínimos récord de desempleo, particularmente en la comunidad minoritaria. Todos los días, las noticias anuncian que los nuevos empleadores repartirán bonos y muchos estadounidenses que trabajan comenzarán a recibir mejores salarios en febrero gracias a los recientes recortes de impuestos.
El presidente Trump no está recibiendo ni una parte del crédito que otros presidentes recibirían en circunstancias similares. Esta noche es una oportunidad para que una audiencia mundial escuche esos logros.
Una de las cosas más importantes que puede hacer una marca, empresa, emprendedor o, en este caso, un presidente, es centrarse en los éxitos. Ser su mejor abogado, publicista y animador es primordial para la imagen de una marca o persona y el éxito final. Tiene que promocionar esos éxitos. Nadie en el planeta toca su propio cuerno mejor que este presidente, así que probablemente esté a la altura del desafío.
2. El comportamiento y el tono importan
Hay varias reuniones donde el presidente ha recibido elogios de ambos lados de la isla. Tomemos, por ejemplo, su discurso ante la sesión conjunta del Congreso el año pasado, por estas fechas, y su respuesta al tiroteo masivo de Las Vegas en el que los periodistas y expertos elogiaron sus comentarios y su comportamiento.
Sin duda, el presidente Trump tiene un estilo de oratoria único. No importa si lo amas u odias, hay quienes argumentan que ese estilo es parte de lo que ayudó a ser electo. Su uso del lenguaje muy simplista es deliberado. El uso de ciertos términos de vocabulario repetitivamente como «ganar» y «grande» también lo es. Su entrega y estilo (que a sus críticos no les importan) muestran un estilo de habla más natural que la mayoría de los políticos de los que estamos acostumbrados. Querrá continuar empleando estos mecanismos en ese discurso, al tiempo que envía mensajes importantes.
3. Que comience y termine con positivismo y optimismo:
El comienzo de cualquier buen discurso debe comenzar y terminar de la misma manera. Si bien Trump podría querer discutir los desafíos que enfrenta el país y el mundo, un buen gerente de marca siempre anima a regresar a un mensaje positivo de esperanza para los días más brillantes que se avecinan en tiempos de desafío y / o adversidad.
Trump es un presidente fuera de guión. ¿Cómo aprovecha esa característica?
Los políticos modernos están demasiado cuidados para la corriente principal de estadounidenses. El enfoque directo de Trump, sin remordimiento, aparentemente fuera de lo común, crea confianza para muchos estadounidenses. El enfoque fuera de guión crea la posibilidad de relacionarse con sus componentes. Y ámalo u ódialo, sabes que es su verdadera perspectiva, no sus manipuladores.
Trump entiende el juego que se está jugando. Su discurso sobre el Estado de la Unión 2018 será nada menos que presidencial porque ese es el rol que está encarnando. Trump sí sabe cuándo puede ser más informal y despreocupado (por ejemplo en Twitter) y cuando es hora de usar pompa y circunstancia presidencial.
El presidente Trump es una marca de principio a fin. Él sabe cómo combinar su perspectiva con las expectativas de sus integrantes para el papel que desempeña. Y al igual que cualquier buena marca (Steve Jobs y Apple, por ejemplo) Trump no permite que lo intimiden para que se quede en sólo palabras. Él tiene una visión (al igual que Steve Jobs) para donde está liderando su «marca» en el país. Para muchos parece una locura, pero muchos pensaban lo mismo de Jobs también.