Sus más de 8 mil metros cuadrados lo convierten en el mural más grande del mundo. El Polyforum Siqueiros es un edificio emblemático, histórico y además reconocido en 1980 como Monumento del Patrimonio de la Nación.
Ubicado en las entrañas de la Ciudad de México, este proyecto de integración de las Artes inaugurado en 1971 actualmente sufre los rigores del paso del tiempo, que han dañado sus murales y peor aún, no cuenta con los fondos suficientes para preservar el trabajo artístico de David Alfaro Siqueiros.
Afortunadamente, un proyecto ideado por los propietarios del inmueble, representados por su presidente, Alfredo Suárez Ruiz, logró un acuerdo para el financiamiento de 30 millones de pesos, lo que adicionalmente incluye el aporte de 12 millones más por año para convertir el recinto en un lugar autosustentable económicamente.
El diseño del proyecto fue elaborado por el arquitecto Esteban Suárez, hijo del presidente del Polyforum y líder de BNKR Arquitectura, quien nos platicó los puntos fundamentales de este magno proyecto.
¿Cómo se aborda el proceso para trabajar sobre un lugar tan emblemático?
— El proyecto integral es absolutamente respetuoso de este tesoro cultural; conservará su sitio original, la misma altura y la misma ubicación dentro del terreno, se pone en el centro de una gran plaza pública desde donde será posible apreciar mejor sus murales exteriores.
Se conservarán y mantendrán de manera integral todos los elementos y espacios arquitectónicos y la obra pictórica y escultórica del Polyforum.
El proyecto de restauración comienza justamente con la búsqueda de imágenes, planos y todos los documentos que dieran certeza de cómo fue el edificio original; con base en este acervo histórico, se resarcirán los daños que le ha ocasionado la exposición a la intemperie y será liberado de los agregados posteriores.
¿Cómo se hará para que convivan ambos mundos, lo antiguo y lo nuevo?
— Este proyecto pretende integrarse armónicamente al espacio urbano, como un telón de fondo, sin competir con el Polyforum, por el contrario, resaltando su protagonismo como la obra de arte que es.
¿Cuál es el concepto principal tras este trabajo que realizarán?
— La premisa es promover y preservar el Polyforum asegurando los recursos económicos que se requieren para mantener tanto el museo como sus murales en perfecto estado, restituir al inmueble su valor artístico y cultural y posicionarlo como un centro cultural al nivel de los mejores del mundo.
¿Hay inspiración en la obra de Siqueiros para la creación de lo nuevo?
— David Alfaro Siqueiros y su mecenas, Manuel Suárez, siempre concibieron el arte como un bien público nunca para mantenerlo entre cuatro paredes y para el disfrute de unos cuantos. Por lo que mantener la vocación de recinto cultural y público del Polyforum es el espíritu que anima el proyecto. Lo nuevo en este caso, sirve para la preservación de la obra de arte, para que las próximas generaciones puedan conocerla y admirarla.
¿Cuál es la manera más adecuada de respetar la esencia del Polyforum al abordar su renovación?
— Siguiendo escrupulosamente el proyecto original y conservando su vocación de recinto público.
¿Cómo te gustaría que la gente pueda interactuar con el nuevo espacio?
— Me gustaría que la gente lo sintiera como suyo, que se sintiera llamada a visitarlo. Que se sentara a convivir en la gran plaza y pudiera admirar los murales exteriores desde todos los ángulos. Que sintiera el orgullo de tener en su ciudad, ni más ni menos que el mural más grande del mundo. Gracias a la gente, el Polyforum estará más vivo que nunca.
La restauración del Polyforum
Por primera vez desde su inauguración en 1971, el Polyforum será sometido a una restauración integral que estará a cargo del Centro Nacional de Conservación y Registro del Patrimonio Artístico Mueble, Cencropam, del Instituto Nacional de Bellas Artes, en su carácter de autoridad única para dictaminar el estado del inmueble y la obra de David Alfaro Siqueiros.
La idea principal es que el proyecto inmobiliario actual provea al recinto de los recursos necesarios para su restauración y mantenimiento a largo plazo, a través de un fideicomiso en el que participarán las principales instituciones culturales del país: la Secretaría de Cultura federal, a través del INBA, la UNAM, la Secretaría de Cultura de la CDMX y la familia Suárez, heredera del Polyforum.