La policía de Países Bajos necesita «inmediatamente» de dos mil detectives adicionales ante la amenaza de convertirse en un «narcoestado»; son las conclusiones de un informe presentado por la Asociación de Policía Holandesa (NPB, por sus siglas en holandés).
De acuerdo con el informe dado a conocer por la revista local De Telegraaf, cerca de 400 investigadores entrevistados aseguran que en Países Bajos «se cumplen muchas características de un narcoestado». Las cuales incluyen «criminales menores que se convierten en ricos emprendedores que se establecen en la industria de la hospitalidad, el mercado de la vivienda, la clase media y las agencias de viajes».
La NPB también señala que con la capacidad policial actual sólo se puede perseguir a uno de cada nueve grupos criminales. Tampoco se puede combatir la «emergencia de una economía paralela».
Aunque las cifras oficiales señalan una tendencia a la baja en índices delictivos, los oficiales creen que muchas de las víctimas ya no denuncian ya que el crimen organizado ha tenido «libertad de acción».
Holanda, un centro para la prostitución y el alcohol
En el documento de la NPB se critica severamente la gedoogbeleid de Países Bajos, una política de tolerancia hacia la venta de cannabis en las cafeterías y el estado legal de la prostitución en el país. Por lo tanto, afirman que «Holanda ha sido inadvertidamente promovida como un importante centro para el tráfico de drogas y personas».
Además, como consecuencia de esta situación, el presidente de la NPB señala que hay pérdida de confianza en la policía: «La falta de contacto con los ciudadanos es muy preocupante».
«Narcoestado no es el término que yo usaría»: Ministro de Justicia y Seguridad
Ferdinand Grapperhaus, ministro de Seguridad y Justicia local, aseguró que no está de acuerdo con el informe del NPB, «porque la investigación está sobrecargada».
Según Grapperhaus: «existe una lucha exitosa contra el crimen organizado y el narcotráfico». También aseguró que la petición de dos mil efectivos es demasiada y no especificó cuál sería la cantidad ideal de nuevos investigadores.
«No voy a negar que quedan cosas por hacer«, dijo el ministro, mientras resaltó que se utilizan 267 millones de euros anuales para el combate al crimen organizado, según el diario local NOS.
