A pesar de la entrada en vigor del Sistema Nacional Anticorrupción, México empeoró en esta materia en cinco años al caer 30 lugares, de acuerdo con datos de Índice de Percepción de la Corrupción.
De 2012 a 2017, nuestro país pasó del lugar 105 al 135. En el primer año, la calificación fue de 34 puntos sobre una escala de 100, y en 2017 fue de 29, un punto menos que lo registrado en 2016.
Transparencia Mexicana acotó que el reporte de 2012 se hizo sobre una lista de 176 países y el ranking de 2017 consideró a 180 países.
En Latinoamérica
A nivel regional y en el registro de 2017, México se ubicó entre los últimos cinco lugares de América Latina- al igual que Honduras y Paraguay; sólo por encima de Guatemala, Nicaragua, Haití y Venezuela.
Esto ubica a México como el país peor evaluado de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) y de las naciones que integran el grupo del G20.
La escala del IPC mide el nivel de corrupción en diferentes grados de la sociedad y del gobierno de 180 países del mundo, en una escala que va de 0 a 100, donde 0 es el país más corrupto y 100 es el mejor evaluado en la materia.
Transparencia Mexicana atribuye a esta caída en el IPC a las resistencias para instalar el Sistema Anticorrupción en todo el país, a la ausencia de una Fiscalía Independiente que conduzca las investigaciones y la falta de sanciones firmes para los grandes casos de corrupción conocidos por la opinión pública.
Por otra parte, recomienda al gobierno mexicano a promover la eficiente instalación del Sistema Nacional Anticorrupción, a incorporar a la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) y al Servicio de Administración Tributaria (SAT) en este sistema para evitar el lavado de dinero y el desvío a empresas fantasmas.
De igual manera, llama a crear una Fiscalía General de la República capaz, autónoma e independiente para asegurar que la política anticorrupción del país no dependa ni de la política, ni de intereses privados, así como avanzar hacia sistemas de transparencia en todas las instituciones públicas, incluyendo la máxima publicidad y formatos abiertos respecto del financiamiento a partidos políticos y sus proveedores.
Más transparencia no significa menor corrupción
El estudio Índice de Percepción de la Corrupción coincide con el Índice de Transparencia Presupuestaria 2017, publicado por la Open Budget Partnership, en donde México ocupó el lugar seis de 102 países.
Esto muestra que la transparencia, por sí sola, no necesariamente lleva a una reducción de la corrupción.
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