En Metrobús derriban estigma de «mujer al volante, peligro constante»
Hace dos años entró al Metrobús y hasta ahora tiene la oportunidad de conducir una unidad y lo hace con orgullo; Genoveva Flores es una de las cinco conductoras de la nueva Línea 7 de Reforma.
En entrevista con Publimetro relató que sí ha sufrido discriminación simplemente por ser mujer, pero ante ello responde: Siempre hemos sido fuertes, a pesar de que nos han dicho que no, siempre lo hemos sido. Es tiempo de que nos demos cuenta de que preparándonos tenemos la oportunidad de cubrir cualquier puesto.
Aquí su historia:
– ¿Cómo decidiste entrar al transporte público?
Mi historia es muy común, hay muchas mujeres que le echan muchas ganas a todo lo que hacen. Yo estudié ingeniería en sistemas en la UVM San Rafael, pero por falta de recursos económicos no me pude titular. Eso me causó mucha frustración, es como si no hubiera estudiado la carrera.
Después fui auditora fiscal en la Secretaría de Hacienda; secretaria en la delegación Gustavo A. Madero; jefa de departamento en el ayuntamiento de Ecatepec y trabajé en una empresa en la que era capacitadora.
En el sistema Metrobús fui ébano hace dos años, es decir, de los supervisores que están en las terminales encargados de la regulación de los autobuses, después fui supervisora en otra empresa y ahora obtuve la oportunidad de entrar a la empresa Operadora Línea 7 (OL7).
– ¿Fue sencillo?
Cuando le echas muchas ganas, se dan esas oportunidades. Yo no había conducido transporte público, es la primera vez. He estado en el ambiente de transporte público desde hace dos años. Yo agradezco la confianza que me han dado en OL7, recibí la misma capacitación que todos mis compañeros, me hicieron los mismos exámenes, afortunadamente los pasé todos y por eso es que puedo conducir una de estas unidades y la verdad es un gran orgullo.
– ¿Cuántas mujeres conducen en Línea 7?
De la empresa OL7 soy la única y es un gran orgullo. En la otra empresa (Sky Bus) hay cuatro, entonces somos cinco mujeres que conducen dentro de la Línea 7 del Metrobús; yo tengo 120 compañeros hombres en la empresa en la que trabajo.
– ¿En el transporte público predominan los hombres?
Realmente así es, siempre ha estado dominado por hombres, por lo que estar aquí para nosotras es un reto. Obviamente nos tienen más a la vista: “a ver cómo conduce, a ver cómo lo lleva”, y si tienes un accidente obviamente somos más criticadas, más señaladas, pero todos los compañeros conductores, igual que nosotras, pueden llegar a tener un raspón de unidad, un accidente, un pequeño alcance.
– Conducir lleva un riesgo implícito…
Sí, el martes por ejemplo iba dando la vuelta por el puente papal para llegar a la estación de GAM y un taxista se me cerró y tuve que dar un frenón tremendo, afortunadamente la gente que venía adelante se dio cuenta y me dijeron “a lo que se enfrentan”, y pues sí, son cuestiones que tenemos que estar solventando.
Son 132 vidas, incluyendo la nuestra, que están en nuestras manos, la gente confía en que los llevemos con bien a su destino, tanto nosotras y nuestros compañeros tenemos esa gran responsabilidad.
– Luchan contra el estigma de “mujer al volante, peligro constante”…
Esa frase es muy misógina, pero más del 90% de los accidentes son causados por hombres, las mujeres se ven muy poco involucradas en accidentes viales. Ahora ya estamos más involucradas en la conducción. La gente que me ha visto al volante sonríe y dice “¡una mujer! Felicidades”, hombres y mujeres me han felicitado por conducir estas unidades. Me da mucho gusto que la gente se sienta segura y confiada de viajar con nosotras.
– ¿Conducías antes de entrar a Metrobús?
Manejaba una unidad Uber y me decían que era muy sorprendente que una mujer trajera un Uber; las mujeres sobre todo me decían que qué bueno que les había tocado una mujer conductora. Aquí en Metrobús pasa igual, les da gusto ver que una mujer esta conduciendo una unidad de Metrobús de dos pisos.
– ¿Cómo ha sido el trato con los usuarios?
Apenas un usuario llegó y me dijo, muy enojado con la Línea 7, “esto no va a funcionar, por qué la zona de mujeres está atrás y no adelante como en las demás líneas”, le respondí que es una cosa nueva, cuando hay algo nuevo a todos nos da miedo porque nos da miedo el cambio. Para muchos es más fácil decir “no va a funcionar” que adaptarse a lo nuevo y para nosotros es un reto hacer que la gente se dé cuenta de que podemos educarnos para tener el servicio que merecemos, de calidad.
– ¿Cómo integrarse a un ambiente dominado por hombres?
Una pone la pauta, es verdad que el hombre llega hasta donde la mujer quiere. Si yo me pusiera a decir groserías con ellos, sería lo único que recibiría. Mis compañeros reciben de mí en las mañanas un “hola chicos cómo están”. Mi frase es: “excelente día y muy buen turno”. Yo no me espanto por escuchar una grosería, albures, pero parte de la capacitación que recibimos es ir controlando esa situación y se ha formado una unión muy bonita.
–¿Te ha tocado vivir una mala experiencia como conductora?
Aquí no. Antes, tres propietarios de unidades de Uber me rechazaron varias veces por ser mujer, así simple y sencillamente. A mí se me hizo increíble que en esta época me rechazaran, pero tengo la fortuna de haber encontrado en mi camino a OL7 y no he tenido problema, ni en trato, ni en los exámenes, se me trató igual y logré mi lugar.
–¿Hay igualdad en el tema salarial?
Sí, aquí el sueldo es parejo, tenemos las mismas oportunidades, las mismas prestaciones y el mismo ingreso. A mí no se me dio un trato especial, obviamente uno se gana el respeto, pero tuve la oportunidad de demostrar que sí se puede y que no por ser mujer me iba yo a amedrentar o tener miedo para realizar las maniobras, los ejercicios y los exámenes.
Preparándonos, tanto hombres como mujeres tenemos las mismas oportunidades porque tenemos las mismas capacidades. Las mujeres hemos sido tomadas por mucho tiempo como seres débiles, que tienen que ser protegidas, pero a veces tenemos mucha más resistencia al dolor, al cansancio, al estrés. Cuántas madres han hecho mil cosas por sus hijos, trabajar horas extras, no dormir, comer poco.
–¿Qué mensaje te gustaría transmitir a las demás mujeres?
Siempre hemos sido fuertes, a pesar de que nos han dicho que no, siempre lo hemos sido. Es tiempo de que nos demos cuenta de que preparándonos tenemos la oportunidad de cubrir cualquier puesto. Todos tenemos un “no” como respuesta siempre, pero si no buscamos el “sí” nunca lo vamos a obtener. Que se quiten el miedo, que se quiten esa frustración, hay que buscar la oportunidad.
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