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Científicos descubren relación entre magnetismo y terremotos

Con esto, podría llegar a desarrollarse un modelo para predecir terremotos, aunque falta mucha investigación. El principal problema: la falta de financiamiento para el trabajo.

(Joe Raedle/Getty Images)

Se ha dicho hasta el cansancio que los terremotos son impredecibles. Pero un grupo de científicos del Departamento de Física de la Universidad de Chile ha descubierto una serie de datos que pueden hacer que esto cambie.

El grupo, liderado por el profesor Enrique Cordaro, encontró una relación directa entre las variaciones en el campo magnético de la Tierra y los terremotos en casos específicos. Esto sucedía cuando se producían oscilaciones importantes en el campo magnético del planeta. Una vez finalizados estos ciclos, ocurrió un terremoto grande.

Cordaro comprobó su modelo en los casos del terremoto del Maule, en Chile (2010) con los datos obtenidos para el terremoto de Sumatra (2004) y Japón (2011).

Con las oscilaciones producidas en el campo magnético, que terminaban justo cuando ocurría el sismo, se pudo definir un tiempo de espera entre el cambio brusco y el término de la existencia de oscilaciones, siendo del orden de un mes para el terremoto en Chile.

Después de que se dejaran de registrar esas oscilaciones, pasaron entre dos y seis horas para que ocurriera el terremoto”, explica Cordaro a Metro.

 

Paciencia, prudencia… y financiamiento

A pesar de los hallazgos, Cordaro no quiere anticiparse a decir que se podrían predecir. “Esto es una posibilidad. Es un posible modelo predictor”, dice. Para comprobar su modelo, aún tiene que trabajar con los datos registrador durante los terremotos de Iquique (2014, 8.2 Richter) e Illapel (2015, 8.3 Richter).

“Pero no tenemos financiamiento para seguir con el trabajo”, dice Cordaro. “Nos echaron hasta al perro de los observatorios”, agrega.

Solo necesitan 40 millones de pesos chilenos (US$80.000). “Es una milésima parte de lo que se ha gastado en otras instituciones del Estado”, dice. Y asegura que seguirán midiendo, hasta que consigan el dinero para poder seguir trabajando.

Y, quizás, desarrollar un modelo para lo que hasta hace unos días parecía prácticamente imposible.

 

«Este es un posible predictor. Todavía falta mucho trabajo»

Enrique Cordaro, profesor del Departamento de Física de la Universidad de Chile.

P: ¿Cómo dieron con la hipótesis que relaciona las variaciones en las ondas gravitacionales con los terremotos?

– Simplemente tenemos observatorios en donde se mide a cada segundo el campo magnético y las partículas que vienen de afuera. Lo hemos hecho por años. Medimos todo el campo magnético, desde Ecuador hasta la Antártica, prácticamente. Y entre medio nos salió la anomalía en el Atlántico, que aquí no la conocen pero está afectando, y que es una debilidad del campo magnético que abarca más de un tercio del hemisferio sur. De ahí, estudiando esta anomalía, ya quisimos ver no en macro, sino que en micro, como tenemos tres observatorios, uno en Putre, otro en Santiago y otro en Antártica, y fuimos a mirar el detalle. Ahí nos apareció que cada vez que bajaba el campo magnético, días después había un terremoto. Entre 30 o 40 días, depende de donde.

P: ¿Por qué ocurren estas variaciones? ¿Cuál es la relación entre el campo magnético y los terremotos?

– Lo primero que apareció fueron una serie de pulsos que dejaba el campo magnético, como si movieras una sábana aquí en la Tierra, y que dejaba frecuencias muy, muy específicas. Y donde se dejaban de registraran esas mismas frecuencias, dependiendo de donde, de dos a seis horas después, venía el terremoto.

P: ¿Cómo lo comprobaron?

– Estas mediciones las comprobamos directamente midiendo también los terremotos en Japón (2011) y en Sumatra (2004) y las frecuencias estaban dentro del rango de los 4 microhertz (µHz) cada 2 µHz. Y el modelo era más o menos parecido. Ahí nos pusimos en contacto con unos investigadores alemanes que tenían un modelo parecido, y nos coincidían las frecuencias.

P: A partir de esto, ¿podría desarrollarse un modelo que sirva para predecir terremotos?

– Yo siempre digo: cuidado. Este es un posible predictor. Tenemos que comprobarlo con los terremotos de Iquique (2014) y de Illapel (2015).Me han dicho que “con eso estamos”. Pero necesitamos hacer más mediciones y comprobaciones para no pasar por charlatanes, y respaldar nuestra hipótesis con datos científicos. Estamos midiendo desde hace 50 años en Los Cerrillos, desde hace 25 en la Antártica y desde hace 15 en Putre. A cada minuto, a cada segundo, analizando datos de magnetómetros y de partículas. Tenemos los datos. Pero hay que tener cuidado con anticiparse.

P: ¿Qué es lo que seguirán haciendo en este trabajo?

– Primero, quiero revisar completos los datos de Iquique e Illapel, que son los últimos grandes terremotos que tenemos. Al parecer, ya tienen la misma forma, pero me estoy topando con un pequeño problema. Me echaron hasta al perro de los observatorios. Y el tema es que yo tengo la edad de Stephen Hawking, él se murió y yo sigo acá. Hay gente nueva, que quiere continuar con el trabajo, pero no tenemos financiamiento. Y necesitamos 40 millones de pesos chilenos al año para poder trabajar tranquilamente. Pero no los hay. Es una milésima parte de lo que se han gastado en otras instituciones. Nosotros, de todas formas, seguiremos midiendo, hasta que tengamos los recursos para poder seguir trabajando.

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