Lucy E. Cousins / www.metro.us
Si alguna vez has estado en Starbucks durante un día de escuela, tendrás que hacerte espacio entre los grupos de adolescentes ansiosos que se interponen entre tu y tu café.
Y si bien no fue hace tanto tiempo que los niños preferían un batido de fresa sobre un Grande Flat White (con la friolera de 220 calorías y 17 gramos de azúcar), ahora el café de la mañana, el mediodía y la tarde está casi garantizado en su dieta.
«Cuando se trata de adolescentes y niños más pequeños, es probable que consumir cantidades concentradas de cafeína dé como resultado problemas de sueño, inquietud e incapacidad para concentrarse», explica a Metro la dietista Susie Burrell. «Y algunos experimentan un ‘punto bajo’, un punto de baja energía, que se da aproximadamente 40 minutos después de consumir una bebida energética. Un bajón que podría afectar el estado de ánimo y el rendimiento».
Sin embargo, no es solo el café. La cafeína se puede encontrar en las bebidas energéticas, té, chocolate y algunos refrescos. Por lo tanto, no es sorprendente que un estudio reciente de EEUU haya arrojado que el 73 por ciento de los niños consumieron cafeína en algún momento. Ni que su fuente sea, principalmente, las bebidas cola y el chocolate.
En niños pequeños, está probado que cualquier dosis de cafeína provoca cambios de ánimo bruscos, aumento de la presión arterial, disminución de la frecuencia cardíaca, aumento de los problemas de conducta y de las interrupciones del sueño (incluida la enuresis nocturna).
Cafeína: efectos mortales
Y no son solo estos efectos secundarios los que hacen que los padres estén pendientes. Los efectos mortales de la cafeína fueron tristemente resaltados el año pasado cuando un adolescente de 16 años, de Carolina del Sur, murió de insuficiencia cardíaca después de tomar un café con leche, un refresco y una bebida energética.
Entonces, ¿cuál es la dosis cafeína apropiada que los niños y adolescentes pueden consumir cada día?
Para adolescentes, la Academia Estadounidense de Pediatría recomienda un máximo diario de 100 mg, que es aproximadamente igual a lo que contiene una lata de cola (34 mg) y una barra de chocolate (20-60 mg). Y cuando se trata de niños, sugieren una ingesta cero de cafeína en niños menores de 12 años.
No es sorprendente que se recomiende a los padres que se fijen en la ingesta de cafeína de sus hijos y adolescentes, prestando especial atención a los cafés altamente cafeinados y las costosas bebidas energéticas. La dietista Susie Burrell cree que ni niños ni adolescentes ni adultos debiesen mezclar.