Los migrantes que busquen iniciar una nueva vida en Nueva Zelanda ahora pueden añadir una nueva habilidad en su solicitud de residencia. Bajo un nuevo esquema, los aspirantes pueden seleccionar «prostitución» para añadir su experiencia como trabajadores sexuales, o escort.
La profesión fue añadida a la lista de Clasificación Uniforme de Ocupaciones (ANZSCO) de Australia y Nueva Zelanda. Se considera como una actividad de amplia habilidad social.
Sin embargo, no cualquier persona puede declararse como tal. Existen una serie de criterios que cumplir, como ganar más de 25 dólares por hora, lo que equivale a 53 mil 818 dólares al año, teniendo en cuenta una jornada laboral de 40 horas a la semana.
Además, deberán tener calificaciones relevantes reconocidas o al menos tres años de experiencia laboral en la industria pertinente.
En Nueva Zelanda la prostitución figura como empleo calificado, pero solicitar una visa de residente como trabajadora sexual aún sería extremadamente difícil, dijo la agencia de la Asociación de Migración e Inversión de Nueva Zelanda (NZAMI).
«Aunque la prostitución es una ocupación legal, no es una ocupación que un inmigrante puede realizar con una visa temporal, el trabajo sexual es específicamente aceptado», dijo Peter Moses a la cadena RT.
No buscan que las personas se muden para prostituirse en Nueva Zelanda
La cofundadora del Colectivo de Prostitutas de Nueva Zelanda, Catherine Healy, es consciente de que la trabajadora sexual está en la lista de empleos calificados, pero no conocía a nadie que se haya mudado allá con tal fin, destaca el periódico local NZ Herald.
Mencionó que esta condición estaba en línea con la Ley de Reforma de la Prostitución de 2003, que dice que no se puede otorgar ninguna visa o permiso temporal a ninguna persona con intenciones de proporcionar, operar o invertir en sexo comercial.