Como una manera de obtener recursos para modernizar el transporte de la Ciudad de México y desincentivar así el uso del auto, expertos en movilidad sugirieron reactivar el cobro de la tenencia.
Este jueves 13 organizaciones expertas en movilidad y desarrollo urbano lanzaron un llamado a los candidatos nacionales y de la CDMX a comprometerse con una agenda en la materia.
Entre los puntos de dicha agenda, basada en siete ejes, está desalentar el uso excesivo del vehículo, pues aunque siete de cada 10 personas se mueven en transporte público, la mayor parte del presupuesto va dirigida a infraestructura destina para el automóvil.
Por ello sugirieron a los candidatos la posibilidad de poder reactivar el cobro de la tenencia, lo que permitiría desalentar el uso del auto a la vez que captar recursos que se destinen al transporte público.
Bernardo Baranda, director para América Latina del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP), calculó que al año podrían captarse cerca de seis mil millones de pesos.
Esto, abundó, es suficiente para poder financiar al menos tres líneas de Metrobús que puedan robustecer y ampliar la oferta del transporte público para que las personas se bajen del auto.
La tenencia fue suspendida desde 2012 para los autos con valor de factura menor de 250 mil pesos; por lo que los que tienen valor superior sí pagan factura, pero muchos autos de lujo han preferido emplacar en Morelos, donde cobran tenencia, aunque circulen a diario en la capital mexicana.
El parque vehicular del Valle de México creció más del doble de 1990 a 2015, al pasar de dos millones a 5.5 millones de autos y se estima que a un ritmo de 250 mil unidades por año, para 2020 habrá 7.5 millones de vehículos circulando en las calles.
Dicho aumento del parque vehicular provocó la disminución de las velocidades a las que se circula en la Ciudad de México: en 1990 la velocidad promedio era de 39 kilómetros por hora, en 2015 se redujo a 12 kilómetros por hora y se estima que actualmente en hora pico es de 8 kilómetros por hora.
Esto ha hecho que la Ciudad de México ocupe los primeros puestos en varios rankings internacionales que miden a las urbes con el peor tráfico, como el Tom Tom o Inrix.
Piden compromiso a candidatos
Organizaciones como ITDP, WRI o el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) lanzaron el reto a los candidatos para que suscriban una agenda de movilidad 2018-2014.
Esta agenda está basada en siete ejes: desarrollo urbano, que implica generar ciudades compactas, densas y con visión metropolitana.
Un cambio radical al transporte público para aumentar la calidad, seguridad y accesesibilidad con un enfoque de sustentabilidad.
Asimismo pidieron que se dé prioridad a la movilidad peatonal y ciclista, que implica promover entornos seguros a través del mejoramiento de la infraestructura y el control de las velocidades de los autos.
El cuarto eje demanda precisamente la seguridad vial para proteger a todas las personas en sus desplazamientos y disminuir a cero las muertes por hechos de tránsito.
El quinto es la reducción y optimización del uso del automóvil, que entre otras cosas, también plantea crear zonas de acceso restringido para los vehículos.
El sexto punto señala que se deben tener instituciones sólidas, con marcos normativos y mecanismos de gobierno transparentes que garanticen la participación ciudadana.
Y finalmente, dijeron, poner el dinero donde está el discurso, es decir, garantizar presupuesto en los proyectos que ayuden a tener ciudades con una movilidad más eficiente, segura, equitativa, sostenible y resiliente.