El huachicol –o robo de combustible en ductos– la inseguridad y los sobornos que afectan la distribución y comercialización de gasolina en México, representan entre 6% y 8% del precio final que pagan los consumidores.
Ello significa que por cada litro de Magna o Premium, cuyo costo promedio alcanzó 17.55 y 19.13 pesos en marzo pasado, los automovilistas y transportistas pagaron 1.40 y 1.53 pesos por el componente de inseguridad, respectivamente.
Pero si se trata de llenar de un tanque de 40 litros, de un automóvil subcompacto, el sobreprecio llega a 61.2 pesos; pero cuando es un sedan o camioneta, con un depósito de 52 y 68 litros, el desembolso que pagan los consumidores por delincuencia llega a 79.56 y 104 pesos.
Así lo reveló el director de la carrera de Economía del Tec de Monterrey, Raymundo Tenorio Aguilar, quien explicó que de acuerdo a los reportes oficiales de Petróleos Mexicanos, dichas actividades ilícitas cuestan entre 72 mil y 78 mil millones de pesos anuales.
A través de un análisis sobre los componentes reales del precio de la gasolina, hecho para Publimetro, explicó que el componente del huachicol e inseguridad se trasladan al consumidor final a través de los costos de logística y almacenamiento de los combustibles.
“Pemex le factura al punto de venta –gasolineras– no solamente el costo de la logística y la molécula de gasolina, sino otros cargos por sobornos, delincuencia y robo de combustibles, conocido como huachicol.
“Y nada más haciendo cálculos del componente de logística, transportación hasta las estaciones de servicio y la variación del precio internacional del petróleo, entre 6% y 8% del costo final por litro de gasolina corresponde a inseguridad y delincuencia”, puntualizó el especialista del Tec de Monterrey.
“Tan sólo por el el robo de combustible a través de tomas clandestinas, conocido como guachicol, Petróleos Mexicanos registró pérdidas por 30 mil millones de pesos en 2017”, indicó la paraestatal.
Legal que consumidor page por huachicol
La Comisión Reguladora de Energía (CRE) explicó que es legal el cobro o traslado de las pérdidas que genera el huachicol al precio que paga el consumidor final.
A través de la resolución RES/179/2017, el organismo determinó que las pérdidas no operativas –donde se ubican las pérdidas por el robo de combustible y la inseguridad– pueden ser trasladadas a las tarifas que cobran los distribuidores o permisionarios al público en general.
Señala que los transportistas podrán acreditar, como un un costo trasladable a los usuarios, las mermas “por la extracción de un determinado volumen de producto –gasolina o diésel–» que esté fuera del control del transporte y del transportista.
Lo anterior, siempre y cuando las pérdidas no operativas ocurran a pesar de las acciones de mantenimiento y mitigación –o programas de combate al huachicol– previstas en el programa anual de seguridad.
De acuerdo a tales disposiciones, los denominados costos por pérdidas no operativas se trasladan a la tarifa que los permisionarios cobran a los usuarios de los ductos; y éstos a su vez lo reflejan en los cobros al usuario, al representar un costo adicional en logística.
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