El viaje que Roxana Hernández emprendió el pasado 25 de marzo en el sur de México llegó hace unos días a un triste final.
Esta mujer transgénero de 33 años de edad, natural de Honduras, murió el pasado viernes mientras estaba bajo custodia del servicio estadounidense de inmigración y aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en Nuevo México.
Hernández era una de las integrantes de la caravana de refugiados que a finales de abril llegó al puesto fronterizo entre Tijuana y San Diego con la intención de solicitar asilo en Estados Unidos.
Para los activistas de las organizaciones que acompañaron la caravana durante todo el trayecto, la muerte de Roxana Hernández es un "asesinato institucional".
Sin embargo, las autoridades aseguran que la mujer recibió atención médica en cuanto la necesitó.
Huida de Honduras
La travesía de Roxana Hernández empezó mucho antes que se uniera a la caravana el pasado mes de marzo.
Como mujer transgénero seropositiva, Hernández estaba determinada a dejar atrás la violencia, el odio y el estigma que enfrentaba en Honduras e instalarse en Estados Unidos.