Duplicar las pensiones de los adultos mayores, como prometió Andrés Manuel López Obrador (AMLO) durante su primer discurso como virtual presidente electo de México, costaría hasta 140 mil millones de pesos.
Ello al considerar a todos los adultos de 65 años y más –incluidos los trabajadores retirados del IMSS e ISSSTE–; quienes de acuerdo a López Obrador recibirían una pensión universal, a partir del 1 de diciembre próximo.
Actualmente, la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) reporta que el Programa de Pensión para Adultos Mayores beneficia a cinco millones 375 mil 977 personas; quienes reciben una aportación individual de mil 160 pesos bimestrales.
Dicho programa tiene un costo anual de 39 mil 473 millones de pesos; que llegaría a 78 mil 946 millones, si AMLO duplica las pensiones a dos mil 320 pesos por beneficiario. Ello, tal como lo prometió López Obrador en en el Zócalo de la Ciudad de México, después de su triunfo electoral de este fin de semana.
Aunque si se toma en cuenta que los beneficiarios del Programa de Pensión para Adultos Mayores, atendidos por la Sedesol, representan 56% de los nueve millones 587 mil mexicanos que hoy tienen 65 años o más; el costo preliminar del compromiso de AMLO llegaría a 140 mil 975 millones de pesos.
“Desde el primer día, les digo, va a aumentar la pensión a los adultos mayores al doble a los que viven en los estados de la República.
Pensiones de AMLO, un gasto recurrente
Luciano Devars Dubernard, presidente del Colegio Nacional de Actuarios, explicó duplicar las pensiones de adultos mayores se convertiría en gasto recurrente para el país; cuyo costo financiero pasaría a la próxima generación de trabajadores.
En una entrevista con Publimetro, el especialista indicó que es necesario esperar a que el virtual presidente electo y su equipo económico ofrezcan más detalles sobre cómo van a financiar dichas medidas.
Refirió que, hasta el momento, López Obrador sólo ha dicho que los programas sociales de su gobierno se financiarán de lo recursos que sean rescatados del combate a la corrupción; pero –apuntó– es necesario que ofrezcan más detalles para realizar análisis de sus propuestas.
Lo que es claro, subrayó Devars Dubernard, es que subir la pensión a los adultos mayores –en las condiciones actuales– “se convertiría en gasto corriente; en un gasto recurrente para las finanzas públicas”. Y ello crecería conforme aumente el envejecimiento de la población.