Este año se conmemora el 50 aniversario de la matanza en Tlatelolco ocurrida en 1968, misma por la cual se responsabilizó el entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz.
Quien fuera su secretario de Gobernación y sucesor en la presidencia, Luis Echeverría, aseguró que aunque la decisión de intervenir la Plaza de las Tres Culturas fue del Ejército, dijo que «todo lo manejó el presidente».
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Sin embargo, Díaz Ordaz no podía librarse de la responsabilidad, pues no sólo la reconoció en su quinto informe de gobierno, sino que desde el cuarto lanzó las frases que advertían que un mes antes ya había tomado la decisión de acabar con las protestas.
1.- “No estamos dispuestos a ceder ante la presión en nada que sea ilegal o inconveniente, cualesquiera que lleguen a ser las consecuencias”.
Esta frase es contundente en el movimiento estudiantil y la dijo en su cuarto informé de gobierno el 1 de septiembre de 1968.
En su discurso, específicamente en esa frase, se refirió a las presiones de ciertos grupos hacia el gobierno para tratar de impedir que se celebrarán los juegos olímpicos en el país.
2.- «Se ha llegado al libertinaje en el uso de todos los medios de expresión y difusión; se ha disfrutado de amplísimas libertades y garantías para hacer manifestaciones»
Dijo sobre la necesidad de la intervención de la policía tras manifestaciones durante julio de ese año, en las que había estudiantes “sin bandera ni ideales universitarios”
3.-«Pero tiene su límite y no podemos permitir ya que siga quebrantando irremisiblemente el orden jurídico, como a los ojos de todo mundo ha venido sucediendo; tenemos la ineludible obligación de impedir la destrucción de las fórmulas esenciales»
Advirtió, asegurando que dicho orden jurídico no es una simple teoría, ni un capricho, sino una necesidad gracias a la cual existe una sociedad organizada.
Posteriormente, defendió por adelantado la intervención de las fuerzas del orden:
4.- «La policía pues, debe intervenir en todos los casos que sea absolutamente necesario; proceder con prudencia sí pero con la debida energía»
5.- «Agotados los medios que aconsejen el buen juicio y la experiencia, ejerceré, siempre que sea estrictamente necesario, la facultad contenida en el artículo 89»
El cual dice que el presidente puede disponer de la totalidad de la fuerza armada permanente, o sea, del ejército terrestre, de la marina de guerra y de la fuerza aérea para la seguridad interior y defensa exterior de la Federación.
Y se defendía con antelación de una decisión que, al parecer, ya había tomado
«Para cuidar los bienes supremos que me han sido confiados sé que tendré que enfrentarme a quienes tienen una gran capacidad de propaganda, de difusión, de falsía, de injuria, de perversidad. Sé que, en cambio millones de compatriotas están decididamente en favor del orden y en contra de la anarquía»
«No quisiéramos vernos en el caso de tomar medidas que no deseamos, pero que tomaremos si es necesario; lo que sea nuestro deber hacer, lo haremos; hasta donde estemos obligados a llegar, llegaremos»
Un año después, en su quinto informe, reconoció, pero sin aceptar culpa, la responsabilidad de lo ocurrido el 2 de octubre en la Plaza de las Tres Culturas, aunque con ello nunca llegó un proceso legal.
“Asumo íntegramente la responsabilidad ética social, jurídica política e histórica por las decisiones del gobierno en relación con los sucesos del año pasado”
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