La Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) decidió mantener sin cambios su tasa de interés, en un rango de 7.75%, por segunda ocasión consecutiva
De esta forma, el organismo se desligó del incremento –de 25 puntos porcentuales– que determinó la Reserva Federal (Fed) en la tasa de EU; que hoy se ubica en un rango de 2% a 2.25%.
El Banxico explicó que la decisión de mantener su tasa sin cambios obedece a los choques que han afectado recientemente a la inflación son transitorios; y la tendencia esperada en el índice de precios subyacente continúa en descenso.
Entre diciembre de 2015 y junio de este año, el instituto ha incrementado su tasa de referencia en 4.75 puntos porcentuales; con lo que ésta pasó de un nivel de 3% al actual 7.75%.
“Desde enero de 2017, el paìs ha incumplido con la meta oficial de inflación anual; fijada en 3% más / menos un rango de tolerancia de un punto porcentual”, indicó el Banco Central.
Balance del Banxico
A través de su último anuncio de política monetaria, publicado este jueves, el Banxico explicó que desde junio pasado se han observado incrementos mayores a los previstos en los precios de los energéticos; principalmente de la gasolina y del gas doméstico LP, aunque estos choques son de naturaleza temporal.
Indicó que, si bien, dichos aumentos se originan en alzas de la cotización internacional; el ajuste gradual en los precios internos de las gasolinas ha propiciado mayor persistencia en sus aumentos.
Apuntó que esto último contribuye a que la inflación no subyacente se mantenga en niveles elevados por un periodo prolongado.
Apuntó que las expectativas de inflación general para el cierre de 2018 aumentaron de 4.25% a 4.50%, de julio a septiembre; mientras que las previstas para el cierre de 2019 subieron de 3.60% a 3.70%.
Riesgos previstos por Banxico
El Banxico señaló que entre los principales riesgos al alza para la inflación destaca que la cotización de la moneda nacional se vea presionada; tanto por mayores tasas de interés externas como por otros factores externos e internos.
Además, persisten riesgos como mayores presiones en los precios de los energéticos; como lo muestran las cotizaciones a futuro para algunos de estos. Además de un eventual aumento o persistencia en las medidas proteccionistas a nivel global que afecten a la inflación; y un gasto público mayor al anticipado.
También se podrían generar presiones en la economía en la medida en que las negociaciones salariales no sean congruentes con las ganancias en productividad.