El Tribunal Superior Electoral anunció el domingo que el exmilitar y ultraderechista Jair Bolsonaro será el próximo presidente de Brasil.
Con 96% de los votos contabilizados, el ultraderechista encabezaba los resultados con 55.5%, mientras que Fernando Haddad, candidato del izquierdista Partido de los Trabajadores, tenía 44.5%.
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Los votantes de Bolsonaro aparentemente ignoraron las advertencias que aseguraban que éste podría erosionar la democracia en el país sudamericano y en lugar de eso eligieron dar una oportunidad a un cambio radical después de años de agitación.
Bolsonaro mantuvo la ventaja en las encuestas más recientes, y aunque parecía que la diferencia con Hadad se reducía, al final éste no logró cerrar la brecha entre ambos.
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Haddad entró en campaña el pasado 11 de septiembre, cuando fue anunciado como sustituto de Luiz Inácio Lula da Silva, hasta ese momento candidato del PT pero vetado por la justicia electoral por su condición de presidiario y por estar condenado a doce años por corrupción.
En la primera vuelta celebrada el pasado 7 de octubre, Bolsonaro ganó con un 46 % de los votos, y Haddad quedó en el segundo lugar, con un 29 %, entre un total de trece candidatos.