La historia reciente de la selección de fútbol de Yemen incluye a jugadores secuestrados por extremistas, otros que han peleando en las montañas y algunos que murieron en el cruento conflicto que afecta al país desde hace tres años.
Y fue sumergido en medio de esa crisis, que ha desencadenado la que amenaza con convertirse en "la peor hambruna en 100 años", que el pequeño país de la península arábiga consiguió el hito más grande de su historia futbolística al clasificar por primera vez para la fase final de la Copa Asiática.
Poco importó la contundente derrota 5-0 que sufrieron en su debut ante Irán el lunes, un país que se encuentra 106 puestos por encima en la clasificación de la FIFA.