Especialistas internacionales se pronunciaron por la regulación flexible de los scooters eléctricos.
Durante un foro en Washington, precisaron que regular el uso de monopatines es necesario; sin embargo, señalaron que la normativa deberá garantizar que este tipo de empresas tengan oportunidad de medir sus aportaciones a la movilidad urbana.
“Nosotros claramente somos pro-regulación, pero lo que siempre buscamos es que nos den la oportunidad de operar. Nosotros llamamos a eso un ‘programa piloto’. Esto beneficia en que nos dejan operar con cierta apertura y a cambio generamos millones de datos de lugares, demanda, hit maps, etc.”, destacó Sergio Romo CEO de Grin.
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Al respecto, el director de Investigación y Análisis de Políticas del International Transport Forum de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Stephen Perkins, consideró que los scooters han transferido valor a los viajes de los usuarios, aunque persiste una discusión sobre su verdadero rol en la movilidad de las ciudades.
“En un reporte que la OCDE publicará en febrero, se propone que las autoridades reguladoras adopten una actitud liberal frente a estos servicios y les permita probarse como sistemas innovadores… En dónde creemos que las autoridades deben participar es en la gestión del uso del espacio público. Definitivamente, estas empresas deben consultar a las autoridades para lograr que estos vehículos se usen responsablemente y no obstruyan el espacio público, esto requiere una negociación”, subrayó Perkins.
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Empresas buscaron sumarse
En este sentido, el director de Conocimiento Sectorial del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), Nicolás Estupiñán, destacó el proceso que empresas como Grin surgieron para sumarse a los sistemas de transporte de las ciudades, pues aunque no existe una regulación, buscaron un modelo favorable para usuarios, autoridades y socios comerciales.
“Poner a los usuarios en la mitad para tratar de generar un apoyo mayor para las compañías no es un camino apropiado y puede hacerle daño al sector. Y tal vez, pensar en un tipo de integración contractual o tarifaria”, apuntó.
En tanto, la consultora independiente en movilidad compartida, Karina Licea, apuntó que otra arista de los servicios de micromovilidad con scooters debe plantear la necesidad de llevarlos a regiones poco favorecidas de las ciudades.
“Lo que ocurre es que están operando en zonas como la Condesa y no llegan a zonas populares (…) no tienen subsidio entonces no puden ofrecer una tarifa que pueda brindar un servicio en zonas populares y otro problema es la seguridad”, consideró.