El rescate financiero de Pemex, que le entregaría una bolsa de cinco mil 200 millones de dólares, es una “manita de gato” frente al adeudo de 107 mil millones de dólares que enfrenta la paraestatal.
Tampoco resuelve la necesidad de inversión para detener la caída en la producción nacional de petróleo, que en 2018 alcanzó 6.9%; ni restituye el deterioro en sus perspectivas de crédito.
Por lo que al final, el rescate se convertirá en “cacahuates”, ante las dimensiones alcanzadas por los problemas financieros de Petróleos Mexicanos (Pemex), advirtieron especialistas consultados por Publimetro.
«Mil 600 millones de dólares, generados por el combate al huachicol, también serían entregados a Pemex», aseguró Pemex al presentar el plan de rescate de AMLO a inversionistas.
Raymundo Tenorio Aguilar, director de las carreras de Economía, del Tec de Monterrey, explicó la crisis que enfrenta la paraestatal es resultado de dos factores: una carga fiscal –pago de impuestos y derechos al gobierno– de 740 mil millones de pesos, equivalente a 62% de sus ingresos.
Y un proyecto de negocios de Pemex, impulsado por AMLO, centrado en la construcción de dos refinerías y la reconversión de las seis existentes en el país, para producir gasolina; cuando el verdadero negocio –a nivel mundial– está en la extracción y venta de crudo.
Pemex, en riesgo de impago
Tenorio Aguilar señaló que, ante tal panorama, las calificadoras financieras –como Fitch–, encargadas de revisar la salud económica y capacidad de pago de empresas y gobiernos, advierten que Pemex tiene baja solvencia para cubrir sus deudas y enfrenta un eventual riesgo de impago.
“La deuda de Petróleos Mexicanos alcanza 107 mil millones de dólares; y este año la empresa debe pagar cinco mil 400 millones de dólares en puros intereses.
“Así que el rescate de cinco mil 200 millones de dólares que anunciará el gobierno este viernes, que ya presentó Pemex ante los inversionistas, “es un cacahuate” frente al tamaño de la deuda, intereses, carga fiscal y necesidades de inversión.
“Lo que urge es olvidarse de la necedad de construir refinerías; que es un modelo de hace 20 años. Y, en su lugar, conducir a Pemex hacia la extracción y exportación de crudo. Pero, si persiste, la empresa perderá el grado de inversión y arrastrará a la economía del país”, alertó el especialista.
Tres años, antes de caer en crisis
Abraham Vergara Contreras, coordinador de la licenciatura en Contaduría y Gestión Empresarial de la IBERO, advirtió que:
- El gobierno de AMLO tiene tres años reestructurar las finanzas y la capacidad productiva de Pemex; so pena de enfrentar una crisis y el decrecimiento de la economía nacional.
- La estrategia de rescate del presidente López Obrador “es una manita de gato”; cuando lo que se requiere es “es de un zarpazo de tigre”, para sanear a Petróleos Mexicanos.
- Reestructurar a Pemex, no sólo implica poner en orden las finanzas, sino combatir la corrupción al interior del sindicato petrolero.
- Impulsar un nuevo sistema de gobierno corporativo y apostar hacia proyectos que regresen el atractivo para invertir en el sector.
- La construcción de las refinerías no dan certeza a los inversionistas; y, si se construyen, los resultados tardarán todo el sexenio en llegar.
- Por si fuera poco, la intención de cerrar la exportación de crudo para refinarlo y producir gasolina en México no es rentable.
“Y las calificadoras –que han cambiado la perspectiva de inversión de Pemex–, saben que su situación financiera es débil; y que –como cualquier otra empresa o modelo de negocio– tiene una máximo de tres años antes de convertirse en un elefante blanco y en una crisis económica”, apuntó.
