La recesión llegó a los principales indicadores de la economía mexicana; cuyos efectos se traducirán en la pérdida de más de 400 mil oportunidades de empleo y un estancamiento del salario durante 2019.
Además de la contracción de 9% en el cobro de impuestos y pérdida de cuatro puntos porcentuales en inversiones privadas. Así como menos consumo e incumplimiento de las metas de desarrollo planteadas por el gobierno de AMLO.
Raymundo Tenorio Aguilar, profesor emérito en Economía del Tec de Monterrey, explicó que las definiciones técnicas tradicional reconocen que un país cayó en recesión cuando suma dos trimestres consecutivos con decrecimiento del Producto Interno Bruto (PIB).
Sin embargo, apuntó, existen mediciones como las hechas por la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos y los bancos centrales de Europa donde la recesión comienza cuando los motores principales de la economía –como la industria, inversión, consumo, empleo e ingresos– decrecen.
“Y eso es lo ha pasado en México. Desde abril de 2017, esos indicadores económicos muestran tasas negativas o recesivas de hasta 22% en algunos sectores industriales”, indicó.
Sectores en recesión
En una entrevista con Publimetro, Tenorio Aguilar señaló que la Inversión Fija Bruta –o gasto que realizan las empresas en maquinaria, equipos e infraestructura– muestra tasas negativas de entre 1.8% y 12.3% en sus componentes principales.
En términos de consumo y empleo –que son los otros indicadores que toma encuesta la Fed de EU para determinar una recesión– hay resultados negativos al cierre de 2018, que son extensivos para este año.
Por ejemplo: la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales reportó que sus ventas crecieron 0.1% en 2018; y en 2019 se espera una baja de 1%. Mientras que el IMSS reporta una pérdida de 250 mil empleos permanentes en diciembre; y 113 mil en el cuarto trimestre de 2018.
“En todos los casos hay una tendencia negativa muy clara: en la industria, inversión, consumo, empleo e ingresos; y aunque la inercia alcanza para que el PIB llegue a entre 0.8% y 1% este año, los indicadores que se utilizan para definir una recesión, ya están presentes”, alertó el especialista.
Recesión y su impacto
El también exdirector de las carreras de Economía del Tec de Monterrey, explicó que en 2019 las cifras recesivas registradas en los principales motores de desarrollo del país se traducirán en:
- Menos empleos: se crearán 590 mil plazas formales ante el IMSS; de un millón que demanda la población cada año.
- Contracción en los ingresos tributarios: una caída de entre 8% y 9% en el cobro de ISR e IVA.
- Menos inversión privada: la tasa de este indicador pasaría de una proporción de 24% a 20% del PIB.
- Precarización del empleo: sin tomar en cuenta el aumento al salario mínimo, el ingreso promedio de los mexicanos se mantendrá estancado; en un promedio de 10 mil 500 pesos mensuales. Y la mayoría de los nuevos empleos ofrecerán entre dos y tres salarios.
Economía débil y en desaceleración
José Luis de la Cruz, director del Instituto Para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), explicó que la economía del país reporta signos claros de debilidad.
¿Hay signos de recesión en la economía mexicana?
– La economía muestra signos negativos en la inversión privada y pública. El gasto de las empresas en maquinaria, equipo e infraestructura muestra tasas negativas de 1.6% en octubre y de 0.4% en siembre de 2018. Vemos señales de una desacaleración económica; las cuales deben solucionarse porque pueden ser punteros de un escenario de recesión.
¿Cuánto crecerá la economía en 2019?
– El PIB crecerá entre 1.2% y 1.8% este año; aunque ello dependerá de las acciones que implemente el gobierno federal para impulsar la inversión privada y pública, consumo y empleo.
¿Para cuántos empleos formales alcanzan estas tasas de crecimiento?
– Estimamos que el Seguro Social registrará alrededor de 450 mil nuevos empleos formales; sin contar varios miles en la informalidad.
Industria en caída libre
El reporte más reciente del Inegi evidenció que en diciembre del año pasado 19 de ramas industriales –de 30 que son reportadas– decrecieron entre 0.9 y más de 22%. Los peores resultados fueron:
- Servicios relacionados con la minería: –22.6%
- Construcción de obras de ingeniería civil: –10.9%.
- Extracción de petróleo y gas: –8.4%.
- Fabricación de productos metálicos: –8%.
- Productos derivados de petróleo y carbón: –7.1%.