El combate a la corrupción es un tema “loable”, con beneficios de largo plazo; pero para que la economía alcance tasas de 4% del PIB, como propone el presidente Andrés Manuel López Obrador, se necesitan finanzas sanas, certidumbre a la inversión y detonar la inversión pública.
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Así como tomar decisiones -en el gobierno federal- que no afecten la forma de hacer negocios en nuestro país y que impulsen el desarrollo de la población, refirió el vicepresidente de la Asociación de Bancos de México, Emilio Romano Mussali.
“Todo esto tiene presiones en las finanzas públicas que se tienen que compensar a través -idealmente- de un crecimiento sano; que traiga mayor recaudación y mayor capacidad de maniobra al Gobierno Federal.
“Y eso, en el corto y mediano plazo, difícilmente se va a poder financiar con combates a temas como la corrupción; que son más de largo plazo”, dijo el también director general de Bank of America Mexico, durante el primer día de actividades de la 82 Convención Bancaria, en Acapulco, Guerrero.
Después de que AMLO señalara -en su conferencia mañanera- que las calificadoras no toman en cuenta el efecto de la corrupción en sus pronósticos de crecimiento, el vicepresidente de la ABM indicó que el combate a dicha práctica es muy importante.
Sin embargo, apuntó, en el tema concreto del crecimiento hay elementos muy claros que deben atenderse -y lo está haciendo el Gobierno Federal- al mantener la estabilidad de las finanzas públicas y la seguridad para los capitales.
Motores de crecimiento
Previo a la inauguración de la 82 Convención Bancaria, que se lleva a cabo en Acapulco, Guerrero, el representante de los banqueros señaló que la economía tiene cuatro motores para crecer:
Exportaciones: cuyo dinamismo es impulsado por el crecimiento de la economía de Estados Unidos, que es el principal socio comercial del país.
Inversión pública: la cual está por debajo de lo ideal y debe llegar a niveles de 3% del PIB; para que México incremente su capacidad de financiarse a través de medios sanos.
La inversión privada: que -en estos momentos- está empezando a reactivarse; y que lo hará si ve condiciones de estabilidad y seguridad para reinvertir y a modernizar su planta.
El consumo: que tiene que ver con los programas sociales del gobierno como las becas para jóvenes y las pensiones de adultos mayores; además de los apoyos a familias de bajo recursos y el aumento al salario mínimo, que impulsan el consumo.
“Eso es lo que puede llevarnos a un crecimiento de 4% del Producto Interno Bruto (PIB). Y estamos confiados en que, en la medida que siga la estabilidad económica, llegaremos a un crecimiento de ese nivel: y esperamos que así sea”, apuntó.
Peso mexicano y finanzas sanas
Sobre la cotización del dólar -interbancario- y su baja a niveles de 18:80 durante los últimos días, Emilio Romano señaló que dicha tendencia es una muestra de que México tiene finanzas “muy sanas”.
Ello, destacó, es resultado de los compromisos adquiridos por el gobierno federal para lograr un superávit primario de 1% del PIB; además de no endeudarse y mantener la estabilidad económica.
Sin embargo, apuntó, la fortaleza del peso mexicano también es resultado de factores externos; como la decisión de la Reserva Federal de EU de no ser tan agresivos en su política monetaria.
Así como el interés de los inversionistas extranjeros por llegar a nuestro país; donde se paga la mayor tasa de interés que existe entre todos las naciones con grado de inversión.
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