Petróleos Mexicanos (Pemex) necesita entre 30 y 40 años para resolver la crisis financiera por la que atraviesa. Ello, siempre y cuando el gobierno federal reduzca la carga fiscal a 50%; y se reactiven los proyectos de inversión para elevar la producción de crudo.
Mientras que el plan de refinanciamiento, por ocho mil millones de dólares, presentado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, sólo transfiere los vencimientos de deuda de la petrolera de 2019 a 2020, le da liquidez y un espacio de dos años para encontrar una nueva estrategia.
Así lo explicaron especialistas consultados por Publimetro, quienes advirtieron que los rescates y apoyos planteados por el gobierno federal son insuficientes y no resuelven la crisis financiera en Pemex.
El director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), José Luis de la Cruz, señaló que la nueva estrategia financiera oficial –respaldada por HSBC, JP Morgan y Mizuho Securities– manda señales de confianza, pero no resuelve la problemática.
Indicó que el refinanciamiento por dos mil 500 millones de dólares de la deuda actual y la renovación de dos líneas de crédito, por cinco mil 500 millones de dólares, son positivas a corto plazo; porque ofrecen liquidez y menores costos en réditos.
Sin embargo no acaban con 30 años de corrupción, mala administración y falta de inversión que llevaron a Petróleos Mexicanos a una deuda –actual– de más de 100 mil millones de dólares y a una caída constate en su producción petrolera.
Carga fiscal de Pemex
De la Cruz refirió que decreto firmado por el presidente Lopez Obrador, para reducir la carga fiscal de la petrolera –por alrededor de 25 mil millones de pesos– refuerza la disposición de recursos; pero también es mínimo ante el pago de impuestos y derechos que debe entregar a las finanzas públicas.
“La carga fiscal y pago de derechos de Pemex alcanza entre 800 mil y un billón de pesos anuales. Esto le impide invertir en nuevos proyectos para elevar la producción; y con ello aumentar la plataforma de exportación de crudo y, eventualmente, reducir su endeudamiento.
“La crisis en Pemex no se va a resolver este año. Para ello, el gobierno debería reducirle el cobro de impuestos a la tasa máxima de 35%, como en cualquier otra empresa; y asegurar que en 30 o 40 años el pago de derechos y la propia carga fiscal no rebasen 50% de sus ingresos”, puntualizó.
Lejos de sanear Pemex
La directora del Centro de Análisis Económico del Tec de Monterrey, Leticia Armenta Fraire, consideró que el refinanciamiento anunciado por el gobierno federal está lejos de convertirse en plan de saneamiento para Pemex; porque no ataca el origen y consecuencias de su crisis actual.
Reconoció que los ocho mil millones de dólares que ofrece la nueva estrategia oficial mejoran las condiciones y costos de la deuda de la petrolera mexicana; pero no ofrece un plan de negocios con objetivos concretos para generar recursos e impulsar la inversión.
Indicó que las líneas de crédito contratadas son insuficientes y se quedan “muy chiquitas” respecto a la crisis financiera en la empresa. “Es como mover cinco pesos de una cuenta para meterlos a otra”; pero esto no reduce la deuda ni da la certeza a Pemex.
La especialista señaló que la solución a dicha problemática debe pasar por el sindicato petrolero; tocar la sobrecarga de trabajadores, a los empleados o directivos involucrados en la corrupción; y en objetivos puntuales para reducir la carga fiscal.
“Hay que sin ingresos suficientes no hay inversión. Sin inversión no hay producción o recuperación de la plataforma de exportación de crudo; y sin ello no hay más ingresos e impuestos que cobrar ni forma de pagar las deudas”, puntualizó Armenta Fraire.