El perturbador caso NXIVM, una supuesta secta sexual dedicada a la trata de personas, suma un nombre a su lista: Ana Cristina Fox, hija del ex presidente de México, Vicente Fox (2002-2006).
Con el inicio del juicio a Keith Raniere, fundador de la secta quien es acusado de reclutar a personalidades de la élite mexicana y estadounidense, la revista Forbes retomó un reportaje publicado en portada en 2003 sobre las prácticas de Raniere. En el texto se menciona la colaboración de personalidades mexicanas como Emiliano Salinas, hijo del ex presidente Carlos Salinas y Ana Cristina Fox, hija del entonces mandatario panista.
Feliz día del padre al mejor de todos los papás y el mejor abuelo @VicenteFoxQue pic.twitter.com/yJPB6bWKQj
— Ana Cristina Fox (@AnaCF) June 21, 2015
«Unas tres mil 700 personas se han acercado a Raniere y a Executive Success Programs», se lee en el texto firmado por Will Yacowicz para Forbes, en los que se menciona a los hijos de los ex presidentes como parte de una «exclusiva red de promoción boca a boca de su negocio».
Hasta el momento, Ana Cristina Fox no ha negado ni confirmado dicha información. Tampoco ha sido requerida judicialmente para presentarse como testigo en el juicio contra Keith Raniere.
México, un paraíso para NXIVM
Este jueves, los jurados de Brooklyn escucharon el testimonio de una joven mexicana de 33 años identificada como «Daniela» (para salvaguardar su identidad), quien aseguró que sus sueños académicos se descarrilaron cuando se unió al grupo en el año 2002.
«Me enseñaron que el mundo iba a terminar en un periodo de 10 a 15 años. Estábamos contra reloj», explicó ante los jueces, indicando que fue víctima de un «lavado de cerebro», de acuerdo con el sitio New York Post.
«Daniela» tenía 16 años cuando su padre la presentó a la organización de autoempoderamiento Executive Success, liderada por Raniere. Su sueño era estudiar en Suiza, donde ya tenía una beca para estudiar «investigación médica preventiva para ayudar a las personas» en la Leysin American Schoo. «Antes de irme, como regalo de despedida, mi papá me dio un programa intensivo de 16 días para aprovechar al máximo mi próximo viaje a Suiza».
Sin embargo, después del curso, fue enganchada por la «maestra de clavos», Lauren Salzman, quien la convenció de tomar un año sabático en vez de ir a la escuela. La joven se mudó a Albany, donde radicaba el grupo secreto, con la finalidad de «aprender» de Keith Raniere. Ella ingresó a sus hermanas al grupo, quienes fueron esclavas sexuales de Raniere y una de ellas tuvo un hijo de él en el año 2002.
De acuerdo con el sitio Slate, se calcula que 16 mil personas fueron víctimas de «Executive Success Programs» durante cerca de 20 años.
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