El Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro decidió no transparentar la bitácora de accidentes, agresiones y en su caso muertes de conductores que dirigen los trenes en las 12 líneas en los últimos 19 años.
A través de la plataforma de Transparencia, Publimetro elaboró una serie de solicitudes de información donde solicitó un censo sobre las defunciones de los trabajadores de este sistema del año 2000 a la fecha.
Sin embargo, el Metro se negó a brindar tal información bajo el argumento de que la institución no está obligada a elaborar documentos posteriores a su existencia, lo que vulnera el derecho a la información y a la transparencia.
Este diario tuvo acceso a siete registros de empleados del Metro quienes perdieron la vida al interior del sistema.
Uno de los casos más extraños fue el de un conductor de la Línea 1, quien se accidentó tras enredarse con un jorongo, lo que le ocasionó una caída.
Otro de los casos sucedió en la estación Ermita, luego de que un trabajador se asomó del vagón y se golpeó la cabeza, lo que le provocó la muerte.
Según el Instituto de Transparencia de la Ciudad de México esto transgrede el derecho a la información y se violentan los términos referidos a la transparencia.
Este diario solicitó la postura del STC sobre la negativa de informar el número total de trabajadores que han padecido algún tipo de incidentes; pero, hasta el cierre de esta edición, no se obtuvo respuesta.
Bajan contrataciones
De acuerdo a reportes oficiales, actualmente laboran mil 186 conductores en las 12 líneas del Metro, quienes manejan los 384 trenes que circulan en la red de transporte.
Sin embargo, pese a los accidentes y bajas, el Metro cada vez contrata menos choferes para el sistema.
Por ejemplo, en 2014 se abrieron 83 vacantes a ocupar; en 2015, aumentó a 96 la cifra; mientras que 2016, 2017 y 2018, los puestos para conducir un tren al interior del Sistema de Transporte Colectivo variaron poco: 63, 64, 133, respectivamente. En 2019 no se ha contratado a un solo conductor.
Requisitos para ser conductor del Metro
Convertirse en conductor del STC es todo un reto, ya que uno de los primeros filtros es
aprobar las pruebas psicométricas en las que se pregunta a los aspirantes sus miedos, posibles fobias y aptitudes para afrontar situaciones de riesgo.
Adicional a ello, se agregan exámenes físicos y se realizan estudios sobre el oído y la vista, además se exige contar con una estatura mínima de 1.65 metros y el requisito de estar en un peso ideal.
Por si fuera poco, un requisito no escrito es contar con un pariente, familiar o conocido que trabaje en las instalaciones del Metro.
