Un grupo de encapuchados vestidos de negro que participaron en la marcha pacífica por los cinco años de la desaparición de los 43 estudiantes de la escuela normal de Ayotzinapa, vandalizaron negocios y edificios públicos, además de provocar a automovilistas.
Durante la manifestación, los embozados que corrieron por todas partes entre la marcha y las orillas de los participantes que avanzaban tranquilamente, arrojaron cohetones y rompieron cristales de la Secretaría de Bienestar, así como de un restaurante de la glorieta de Colón, donde también hicieron pintas y rociaron gasolina que fue encendida.
Los destrozos fueron acompañados por cohetones que prenden, además de que cargaron extintores extraídos de inmuebles, así como gasolina con la amenaza de prenderla en los lugares que destrozaron, sin que hubiera intervención policiaca.
Las agresiones con palos y piedras por parte de los anarquistas no se limitaron a los inmuebles a su paso, sino que se extendieron a los representantes de los medios de comunicación que cubrieron la movilización sobre Paseo de la Reforma.
Además, en las inmediaciones de Palacio Nacional rompieron los cristales de una camioneta de una empresa televisiva, además golpearon una de las puertas del edificio.
