Pemex enfrenta “un panorama poco alentador” en materia de producción de petróleo que, aunado a sus deudas, falta de inversiones y altibajos en el precio internacional del crudo, representa “una tormenta perfecta”; cuyo impacto arrastraría al país a una recesión a finales de 2020 o principios de 2021.
Analistas consultados por Publimetro explicaron que tal escenario comenzó a tomar forma ante las metas oficiales producción “demasiado optimistas” –de hasta 1.9 millones de barriles diarios del hidrocarburo para el próximo año– que tienen entre 80% y 90% de probabilidades de fracaso.
Así como por la decisión, anunciada la semana pasada, por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, de que Pemex dará prioridad a la extracción de petróleo en aguas someras y en tierra, “donde es más fácil y barato”; lo que mantiene suspendida la inversionistas privada en yacimientos de aguas profundas.
El catedrático y especialista en energía e hidrocarburos de la IBERO, César Fragoso, explicó que las proyecciones del gobierno federal, planteadas en los Criterios Generales de Política Económica, establecen una meta de un millón 950 mil barriles diarios de petróleo para el próximo año.
Ello, apuntó, implica un aumento de 227 mil millones de barriles diarios en la producción de Pemex; respecto al nivel actual de millón 683 mil de barriles registrados en agosto pasado. «Esto es muy difícil de cumplir ante la falta de inversiones para explorar yacimientos en aguas profundas».
Panorama poco alentador para Pemex
El especialista advirtió que Pemex enfrenta un “panorama poco alentador”; porque la decisión del gobierno de priorizar los pozos en aguas someras y la sobreexplotación de los yacimientos actuales –que ya perdieron 80% de su capacidad– impedirán alcanzar las metas oficiales.
“En este escenario, existe 10% de probabilidades de que Pemex cumpla con las expectativas oficiales de producción”; lo que aunado al costo de su deuda –de más de 107 mil millones de dólares– y la caída en el precio internacional del petróleo.
Así como el bajo crecimiento de la economía –que en 2019 ronda 0.20% y para 2020 no llegará a 2%–; más la falta de ratificación del T-MEC, que limita las exportaciones de manufacturas hacia EU, “lleva a México hacia una tormenta perfecta” de una nueva crisis, advirtió César Fragoso.
Ello, apuntó, implicaría que el país caiga “en una recesión económica a finales de 2020 o principios de 2021”; cuyo impacto se profundizaría por una eventual pérdida de grado de inversión de México, como consecuencia de la crisis financiera en la petrolera nacional.
Pemex, bomba de tiempo
El especialista en Finanzas de la Escuela Bancaria y Comercial (EBC), Ramón Martínez, explicó que la crisis financiera en Pemex, la alta probabilidad de que incumpla con sus metas de producción y la dependencia del gasto publico hacia los ingresos petroleros “son una bomba de tiempo para el país”.
Apuntó que la visión del gobierno federal, de mantener a la petrolera mexicana “bajo la premisa de que es una empresa del pueblo y seguiría bajo el régimen del pueblo”, en lugar de verla como un negocio, representa el riesgo de una “nueva crisis”.
“Apenas existe 20% de probabilidades de que Pemex cumpla con las metas de producción de 1.9 millones de barriles diarios para el próximo año; 30% de que mantenga su producción actual, en casi 1.7 millones de barriles; y 50% de que fracase.
“Lo que significa que existe 80% de incumplimiento real en la extracción de crudo; y con ello un amplio margen de fracaso en la aportación de ingresos al gasto público, como lo proyecta Hacienda. Tales condiciones implican nuevos recortes al gasto público, en especial a los servicios e inversión pública.
“Y esto genera menos crecimiento, menos consumo, menos empleos y la contracción de la clase media; que al final es la que paga impuestos y resulta más afectada por este tipo de escenarios”, puntualizó el especialista.
