Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín Guzmán Loera y detenido por primera ocasión el jueves 17 de octubre de 2019 en Culiacán, Sinaloa, pero liberado horas más adelante, y que este jueves 5 de enero por fin fue capturado, se definió hace años como un ranchero humilde que come frijoles con queso, que se sienta a la mesa con ricos y pobres, sin hacer menos a nadie, según Seprin, un blog de noticias argentino que lo entrevistó en marzo de 2014.
Te interesa: ‘Culiacanazo’ cumple tres años, el momento en que el narco doblegó al gobierno de AMLO
De acuerdo con el medio argentino, Ovidio Guzmán es hermano de Édgar Guzmán, quien fue asesinado por pistoleros de los Beltrán Leyva en el estacionamiento de un centro comercial en Tres Ríos; sus otros dos hermanos son Joaquín y Griselda.
Ovidio aseguró que no era un hombre de lujos ni carros deportivos, sino de caballos y gallos finos, que le gusta pasear con mujeres.
También afirmó que su padre habría puesto a muchos presidentes no sólo en México, además de repartir dinero en varias comunidades, en la entrevista también dijo que su padre no era un santo ni tampoco el diablo, que tiene un gran corazón para quienes lo quiere y era “un terror” para sus enemigos y el gobierno.
Puedes ver: Esta fue la fortuna de “El Chapo” Guzmán que lo llevó a estar en la lista de Forbes
Es conocido como “El Ratón” y se le considera el número dos del Cártel de Sinaloa, tras la detención de su padre, El Chapo Guzmán, quien se encuentra recluido en Estados Unidos.
El intento de detención de Ovidio Guzmán en octubre de 2019 desató balaceras, bloqueos y violencia, por lo que fue liberado más tarde tras lo que se conoció como “Culiacanazo” y, de nuevo en jueves, es decir este 5 de enero, la víspera de Reyes Magos y a unos días de la visita del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, a México para una cumbre con el presidente Andrés Manuel López Obrador y el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.
