Tres días después de la tragedia, los LeBarón dieron el último adiós a tres de las nueve víctimas asesinada en un ataque armado en la frontera de Sonora y Chihuahua.
A las 10:00 horas de este jueves se realizó la misa de cuerpo presente de Dawna Ray Langford, de 43 años y sus hijos Trevor, de 11 años y Rogan de 2. Horas después fueron sepultados en una sola tumba en el panteón de la comunidad.
Con militares custodiando la entrada de La Mora, ubicada en el municipio de Bavispe, Sonora, cientos de personas arribaron a despedirse de las víctimas.
La gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich, acudió a los servicios funerarios a dar el pésame a los familiares y se reunió con los líderes de la comunidad.
A las 14:00 horas se llevó a cabo otro servicio funerario donde se rindieron honores a la memoria de Ronitha, hija de Adrián LeBarón.
Los restos de las nueve víctimas, cinco de las cuales fueron calcinadas, están colocados en sólo tres féretros porque se trataba de tres madres y sus pequeños hijos, dos de ellos bebés hijos de Ronitha LeBarón, quien murió junto a cuatro de sus siete hijos.
La tragedia
Quienes vinieron, transitaron por donde ocurrieron los dos ataques, un sitio adecuado para las emboscadas. Las madres y sus hijos recibieron disparos desde una zona alta, y en el caso de la hija de Adrián LeBarón y sus cuatro hijos, después de asesinarlos sus atacantes movieron la camioneta, le rociaron gasolina y prendieron fuego con los cuerpos adentro.
La comunidad asentada en La Mora, Sonora, formada por familias que profesan la religión mormona, consta de viviendas construidas a semejanza de las casas en Estados Unidos. La mayoría de los habitantes se comunican en inglés, sin embargo, también dominan el español.
El asentamiento está rodeado de montañas y personal militar que resguarda desde el lunes la zona a donde sólo se permite que entren los familiares y amigos de los deudos, así como representantes de medios de comunicación nacionales e internacionales.
En palabras de Adrián LeBarón los jóvenes que se van a estudiar y trabajar a Estados Unidos, envían su dinero a su comunidad en México y regresan a su lugar de origen. “Somos mexicanos aquí invertimos nuestro dinero”, expresa mientras se observa a su familia directa compuesta por más de 100 adultos y niños que se organizan en la casa de su hija fallecida en el tiroteo.
Integrantes de la familia en Arizona, Estados Unidos, llegaron a la comunidad durante la noche de ayer en decenas de vehículos resguardados por elementos de la Guardia Nacional
Por otro lado, dos menores sobrevivientes de la masacre serán dadas de alta en un hospital de Arizona, mientras que otros tres menores se encuentran estables y en recuperación.