En medio de actos vandálicos, consignas, pañuelos verdes y velas encendidas, decenas de mujeres se manifestaron en contra de los feminicidios, desapariciones, abusos y violaciones en avenidas principales de la Ciudad de México, en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Bajo la voz de “ni una más”, entre las 15:00 y 16:00 horas los contingentes comenzaron a agruparse en las inmediaciones del Ángel de la Independencia, algunos integrados por las denominadas anarquistas, quienes acudieron con el rostro cubierto, hicieron pintas en el piso o algunos monumentos de Avenida Paseo de la Reforma y también rompieron vidrios de los parabuses.
Arturo Medina, subsecretario de Gobierno de la Ciudad de México, informó que aproximadamente tres mil personas participaron en esta marcha y que al menos 50 de ellas fueron las que causaron daños a la infraestructura de la ciudad.
Como parte del operativo de seguridad se desplegaron dos mil 516 mujeres adscritas al agrupamiento Atenea de la Secretaría de Seguridad Ciudadana.
A la marcha también acudieron 50 observadores de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México e integrantes de la Brigada Humanitaria de Paz Marabunta.
Al finalizar la movilización, la Secretaría de Obras y Servicios de la Ciudad de México implemento un dispositivo de limpieza con 150 elementos, 15 vehículos y dos barredoras.
Pintas, bombas de gas y agresión a la prensa
En su trayecto sobre Paseo de la Reforma algunas mujeres con el rostro cubierto vandalizaron varias estaciones del Metrobús, en las que además de pintar, rompieron vidrios y anuncios.
Las vallas metálicas que fueron colocadas en las glorietas del Ángel de la Independencia, Cuauhtémoc y Colón fueron retiradas para hacer pintas y quemas en los monumentos.
Cuando la marcha llegó al Palacio de Bellas Artes sobre avenida Juárez, las encapuchadas también retiraron algunas vallas, sin embargo, no pudieron ingresar para vandalizar el recinto debido a que elementos de seguridad hicieron una barrera humana.
En la plancha del Zócalo, frente a Palacio Nacional y al templete que se instaló para hacer un posicionamiento tras la marcha, se realizó la quema de una bandera con la leyenda «México Feminicida».
Algunas mujeres arrojaron carteles y combustible al fuego, lo que provocó una llamarada de aproximadamente dos metros de altura, sin que nadie resultara lesionado.
Por otra parte se registraron varios ataques a hombres reporteros y camarógrafos que diversos medios de comunicación; también arrojaron bombas de humo en varios puntos de la marcha.
Arturo Medina indicó que la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México (PGJ) ya integra las carpetas de investigación por los daños causados al moviliario urbano, aunque rechazó que hubiera detenidos.
Marcha «alternativa»
Aproximadamente a las 19:00 horas un colectivo mixto de 150 personas, encabezado principalmente por madres y padres de víctimas de feminicidio o desaparición, partieron en una marcha alterna desde la Plaza de la República hacia el antimonumento colocado en avenida Juárez frente a Bellas Artes.
Dicha movilización avanzó de manera silenciosa y llegó al antimonumento después del paso de la primera marcha; ahí colocaron una ofrenda en la que prendieron varias velas.
Después de algunos minutos, varias personas más se unieron al homenaje que familias hicieron a las víctimas.
Las Mujeres de Paz
Cientos de mujeres funcionarias del gobierno de la Ciudad de México y de las alcaldías formaron una valla humana con el propósito de que la marcha se lleve a cabo en paz y para evitar actos vandálicos.
Aproximadamente a las 16:00 horas las mujeres que conformaron este «acompañamiento de pz» comenzaron a desplegarse a los costados de Paseo de la Reforma para cuidar la movilización.
Sin embargo, una vez que inició la manifestación, elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) con escudos comenzaron a reunirse detrás de ellas.
Entre las trabajadoras que formaron el cinturón de paz prevaleció la preocupación por haberse “apuntado en la lista” pues afirmaron que el Gobierno capitalino las obligó a asistir a la marcha.
Lo anterior, bajo la consigna de brindar acompañamiento a las asistentes a la movilización de este lunes.
Las únicas que pudieron seguir el paso a las manifestantes fueron las integrantes de la policía, quienes enfundadas en el equipo del extinto cuerpo de Granaderos, les siguieron los pasos para evitar desmanes a su marcha.
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